Publicado por Zacarías 7: La Pregunta sobre el Ayuno
En el cuarto año del rey Darío, el pueblo de Betel envió una delegación a Jerusalén para preguntar a los sacerdotes y profetas si debían continuar con el ayuno del quinto mes, que conmemoraba la destrucción del templo (Zacarías 7:2-3). Este ayuno había sido parte de su luto durante los setenta años del exilio, y ahora que el templo estaba siendo reconstruido, surgió la duda sobre su continuidad.
La Respuesta de Dios: El Verdadero Propósito del Ayuno (Zacarías 7:4-7)
La respuesta de Dios a través de Zacarías revela que el problema no era el ayuno en sí, sino las motivaciones del pueblo. Dios pregunta si realmente habían ayunado por Él o por ellos mismos (Zacarías 7:5). Durante los setenta años de exilio, el ayuno y otras prácticas religiosas no habían sido sinceras, sino rituales vacíos que no reflejaban un cambio de corazón. Dios recuerda al pueblo que ya en épocas anteriores, Él les había advertido que la verdadera obediencia era más importante que los rituales externos (Zacarías 7:7).
El Llamado a la Justicia y la Misericordia (Zacarías 7:8-10)
Dios, entonces, establece claramente qué espera de Su pueblo: justicia, misericordia, y compasión. Zacarías recibe la palabra del Señor, que instruye al pueblo a practicar la justicia verdadera, mostrar bondad y misericordia unos con otros, y no oprimir a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre (Zacarías 7:9-10). Este llamado al arrepentimiento y a la rectitud en las relaciones humanas refleja los valores eternos que Dios siempre ha requerido.
La Rebelión Pasada y Sus Consecuencias (Zacarías 7:11-14)
Dios recuerda que, en el pasado, el pueblo había endurecido su corazón y no quiso escuchar Sus mandatos (Zacarías 7:11-12). Por esta desobediencia, vino sobre ellos una «gran ira», que culminó en el exilio (Zacarías 7:12). Debido a que se negaron a escuchar, Dios permitió que las naciones los dispersaran por la tierra, y su tierra quedó desolada. Este recordatorio sirve como una advertencia para el presente: Dios no busca un compromiso vacío, sino corazones verdaderamente transformados.
Versículo clave de Zacarías 7:
«Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano.» Zacarías 7:9
Este versículo es clave porque encapsula el corazón del mensaje de Dios a través de Zacarías sobre el verdadero significado de la justicia y la adoración. El contexto muestra cómo el pueblo de Israel estaba más enfocado en rituales externos como el ayuno, pero Dios les recuerda que lo que realmente desea es un corazón lleno de compasión, justicia y misericordia hacia los demás. La justicia no es solo un concepto legal, sino un mandato de vivir en verdad y actuar con amor hacia los demás, especialmente hacia los más vulnerables.
Dios llama a su pueblo a poner en práctica la fe de una manera que afecte sus relaciones diarias, mostrando misericordia y bondad. Este versículo nos recuerda que nuestro caminar con El Señor debe manifestarse en la manera en que tratamos a los demás, haciendo justicia y mostrando amor sincero.
Oración:
Señor, te pedimos que llenes nuestros corazones con tu verdad y nos enseñes a actuar con justicia y misericordia. Ayúdanos a ver a los demás con ojos de compasión y a extender tu amor en todo lo que hacemos. Que nuestras vidas sean un reflejo de tu bondad, y que busquemos siempre hacer lo que es recto a tus ojos. Guíanos para vivir no solo en palabras, sino en acciones que demuestren tu amor y tu gracia. En El Nombre de Jesús, Amén.
