Palabra:
Y vino Gedeón al Jordán, y pasó él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, mas todavía persiguiendo. (Jueces 8:4)
“Cansados, mas todavía persiguiendo”, esa es la disposición de los que fueron llamados por Dios. La guerra es diaria, pero tenemos la promesa de la victoria. Y en esa promesa, mantenemos la fuerza en la batalla. Incluso cansados, no desistimos. Incluso cansados, nos mantenemos firmes en la fe, firmes en la promesa y en la práctica de la Palabra.
Cansados, mas todavía persiguiendo. Persiguiendo la victoria, persiguiendo los objetivos, persiguiendo la respuesta, persiguiendo a los enemigos. Atentos a la batalla, incluso cuando parece que no vamos a soportar. Soportamos, pues no estamos solos. No estamos solos porque hicimos un pacto. Una alianza con Aquel que nos prometió, desde el principio: “Y he aquí Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).
Entonces, para el que se mantiene firme en esa fe, se cumple la Palabra que dice: “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:29-31).
Es curioso, antes de emprender el vuelo, el águila se para en un acantilado esperando a que una corriente de aire caliente sople en el cielo y, lanzándose a este viento, se eleva a las más altas alturas. Este «esperar al Señor» y el «discernimiento de las corrientes de aire caliente del Espíritu Santo» representan las principales etapas del plan de vuelo de un cristiano. Para aquellos que desean adorar a Dios y mantener la comunión con Él, es esencial darse cuenta en qué dirección quiere fluir el Espíritu Santo y reaccionar de manera apropiada y sensible (intuitivamente) a este movimiento.
Incluso cansado, no desista. Manténgase firme y sus fuerzas se renovarán. Dios mismo las multiplicará, por su fe.
Oración:
Señor, renueva y multiplica mis fuerzas cuando piense en desistir. Fortalece mi fe para no olvidar que siempre me sostienes. Amén.
Más Palabra Edificada / Descanso:
Salmo 62:1 “En Dios solamente está acallada mi alma; De él viene mi salvación.”
Éxodo 33:14 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.”
Salmo 46:1-2 “Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar;”
1 Reyes 8:56 “Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.”
Mateo 11:28, 29 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
Salmo 4:8 “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
Salmo 127:2 “Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño.”
Jeremías 31:25 “Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.”
Salmo 73:26 “Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre”
Isaías 40:28-31 “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Salmo 68:35 “Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.”
Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
Salmos 119:114 “Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado. ”
Salmo 23:2 “En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.”