Palabra:
Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. (Salmos 37:7-10)
Cristianos o no, vivimos en medio de una generación oprimida por el cansancio. La velocidad creciente con la que cada día el mundo se mueve, nos hace mantenernos hasta inconscientemente en un estado de tensión que inevitablemente nos llevará a la fatiga mental física y hasta espiritual. Es, por lo tanto, necesario para nosotros el mantener vivo el mensaje del salmista el día de hoy al invitarnos a la calma, al «silencio» de descansar y «Esperar» en El Señor.
Por otra parte, el consumismo que respiramos, también produce fatiga. Los bienes pasan de moda muy rápidamente. Las herramientas de comunicación son sustituidas por los fabricantes, incluso antes de que las herramientas actuales tengan su plena capacidad de rendimiento. Para la cultura occidental, la posesión de bienes se ha convertido en el criterio de autorrealización personal. En esta guerra para llegar a la cima, el gran perdedor fue la ética, la moralidad. Se estableció la primacía de los fines, justificando cualquier medio.
La receta del salmista va en la dirección opuesta al siglo: «No te alteres con motivo del que prospera en su camino«; no te involucres, ni «te excites en manera alguna a hacer lo malo«. El camino propuesto por la Biblia trasciende la miopía de los valores mundanos. En lugar de agotarse en el trabajo, «descansa en el Señor». En lugar de esclavitud para los plazos y las horas, «espéralo con paciencia». La cultura propuesta por la Biblia, para nuestro siglo, es la que se compromete con la vida espiritual en Cristo. Los que lo aceptan, experimentan paciencia y descanso.
Oración:
Señor, permíteme experimentar Tu paz que sobrepasa todo entendimiento, en medio de este mundo que cada día avanza a mayor velocidad . Amén
Comentario Biblico Salmos 37:7:
Satisfagámonos con que Dios hará que todo obre para nuestro bien. No nos agitemos por lo que vemos en este mundo. Un espíritu afanoso, descontento está expuesto a muchas tentaciones. Porque en todos los aspectos, lo poco que se asigna al justo, es más consolador y provechoso que todas las riquezas mal obtenidas y engañosas de los impíos. Viene de una mano de amor especial. Dios provee abundantemente y bien, no sólo para sus siervos que trabajan, sino para sus siervos que esperan. Tienen lo que es mejor que la riqueza, paz mental, paz con Dios, y entonces, paz en Dios; esa paz que el mundo no puede dar y el mundo no puede tener . Dios conoce los días del creyente. Nada de la obra de un día quedará sin recompensa. Su tiempo en la tierra se cuenta por días, que pronto terminará la cuenta; pero la felicidad celestial será para siempre. Esto será un verdadero sustento para los creyentes en las épocas malas. Quienes descansan sobre la Roca de los siglos, no tienen razón para envidiar al malo su apoyo en cañas cascadas.
Más Palabra Edificada / Descanso en El Señor:
» La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.» Juan 14:27
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.» Mateo 11:28-30
«Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.» Colosenses 3:15
«Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.» 2 Tesalonicenses 3:16
«Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.» Salmos 55:22
«La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra.» Proverbios 12:25
«Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.» Filipenses 4:6-7
«…porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.» Hebreos 13:5-6
«En el día que temo,
Yo en ti confío.» Salmos 56:3