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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:10)
Un creyente es cautivo del temor si decide serlo. Algunas personas organizan su vida (o al menos partes de ella) evitando ideas o situaciones que les producen ansiedad. Pero los cristianos no debemos vivir en esa esclavitud, porque la confianza en Dios es la clave para estar libres de ataduras.
En algún momento u otro, la inquietud entra en la vida de todo creyente, pero ella no debe quedarse allí mucho tiempo. Para enfrentar nuestro temor y vencerlo, necesitamos primero reconocer su presencia. Si ignoramos la ansiedad o tratamos de esquivarla es posible que nos apartemos de la voluntad de Dios.
Tras haber reconocido que sentimos temor, lo siguiente que debemos hacer es identificar la naturaleza de ese temor. A veces nos sentimos ansiosos sin saber exactamente por qué, pero el Espíritu Santo puede indicar lo que nos mantiene cautivos.
El tercer paso es iniciar el proceso de derrota del temor en nuestra vida. Y no hay mejor herramienta para romper las cadenas, que la “espada del Espíritu”: la Biblia (Ef 6.17). La Palabra de Dios habla a nuestros temores individuales. Utilice una concordancia para encontrar ayuda práctica y específica. O, para un aliento más general, busque Isaías 41.10. Esta es una promesa muy importante y, por eso, un versículo útil para memorizar.
Cuando me siento ansioso, voy a Isaías 41.10, y le digo a Dios: “Esto es lo que dijiste, y lo creo porque nunca mientes. Así que confiaré en Ti, Señor, para que intervengas en esta situación”. Confiar en Dios es la única manera de ser libre del temor.
Oración diaria: Señor, hoy te entrego mis angustias, objetivos y proyectos, pues sé que a tu lado no me faltará nada y serás Tú ayudándome a tener éxito y una vida plena, prospera, abundante y feliz. Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Isaías 41:
Al igual que el capítulo 40, este capítulo de Isaías debe considerarse como dirigido a los judíos exiliados en Babilonia, cerca del final de su cautiverio. Su país, su ciudad y su templo habían sido arrasados. El profeta se representa a sí mismo dándoles consuelo en esta situación; en particular, asegurándoles que su largo cautiverio estaba a punto de terminar; que estaban a punto de ser restaurados en su propia tierra, y que a sus pruebas iban a suceder tiempos más brillantes y felices.
Referencias cruzadas por términos:
Isaías 41:10:
Salmos 46:11 – Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Salmos 41:12 – En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre.
Génesis 15:1 – Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.
Lucas 2:10-11 – Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
Lucas 1:30 – Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Salmos 99:4 – Y la gloria del rey ama el juicio; Tú confirmas la rectitud; Tú has hecho en Jacob juicio y justicia.