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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy y también las referencias cruzadas del mismo para una mayor profundización en la Palabra del devocional diario)
Palabra:
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo. (Efesios 5:15-16)
¡El tiempo es un regalo de Dios! Yo veo todos los días cómo Él se toma Su tiempo para formarnos como que Él quiere que seamos. Y luego, en Su misericordia y gracia, Él nos da tiempo para ponernos de acuerdo con lo que Él está haciendo en nuestras vidas y así podamos experimentar Su bondad.
Entonces … pregúntate, ¿estoy de acuerdo con lo que Dios está haciendo en mí? ¿O estoy luchando y luchando, tratando de hacer las cosas a mi manera? Te puedo asegurar que, si estás luchando con Dios, solo estás perdiendo tu tiempo, pero si estás de acuerdo con Él, estás usando tu tiempo para grandes cosas.
Recuerda, Dios es misericordioso. Él se toma Su tiempo. Podríamos pensar que se está tardando demasiado, cuando en Su bondad solo está esperando que nosotros nos pongamos en línea con la labor que Él está haciendo en nosotros.
Entonces quizás este sea un buen momento para cambiar tu perspectiva y comenzar a mirar hacia adelante a una nueva forma de hacer las cosas … una nueva visión de la vida … una fe y confianza renovada en Aquel que siempre está obrando en nosotros … y siempre para nuestro bien.
Mi motivación para ti es que confíes en Dios y pasa tu tiempo en acuerdo con lo que Él está haciendo en tu vida. Deja que Él defina tu propósito. Sabiendo en tu corazón que Él tiene grandes planes, y no importa cuánto tiempo tome, Él te ama, y Él siempre tiene las mejores intenciones de tu corazón.
Oración:
Señor, no quiero perder el tiempo luchando, sin saberlo, en contra de lo que guardas para mi. Quiero pasar mi tiempo de acuerdo con la gran labor sé, estás obrando en mi vida. Te agradezco que cuando yo empiece a perder el tiempo, siempre me recuerdes que me amas y que Tus tiempos siempre son lo mejor. Amén
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Efesios 5:
El capítulo 5 de Efesios aborda el tema de la vida en Cristo y cómo vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Se insta a los creyentes a imitar a Dios y vivir en amor, evitando la inmoralidad y la impureza. Se enfatiza la importancia de dar gracias a Dios y someterse unos a otros en reverencia a Cristo. Se habla del matrimonio como un reflejo del amor de Cristo por la iglesia y se exhorta a los esposos y esposas a amarse y respetarse mutuamente. También se habla de la responsabilidad de los padres y los hijos en la crianza y la obediencia. En resumen, Efesios 5 nos enseña a vivir vidas santas, llenas de amor y sumisión a Dios y con la vocación de ayudar en todas las circunstancias que se encuentren en nuestras manos, a los que nos rodean.
Referencias cruzadas Efesios 5:15-16:
Colosenses 4:5: «Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo.»
Salmo 90:12: «Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.»
Efesios 6:13-14: «Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia.»
Colosenses 3:17: «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.»
1 Pedro 1:13: «Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.»
Gálatas 6:10: «Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.»
Estas referencias cruzadas enfatizan la importancia de vivir sabiamente, aprovechando el tiempo y siendo conscientes de nuestras acciones. También nos animan a estar preparados espiritualmente y a actuar con justicia y gratitud en todas las circunstancias. Además, nos recuerdan la responsabilidad de hacer el bien a los demás, cumpliendo el mandamiento del Señor de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
