(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. Salmos 55:22
La vida está llena de dificultades, problemas y valles oscuros por los que muchas veces tendremos que atravesar. Los momentos de adversidad pueden hacer tambalear nuestra fe y hacer que nos preguntemos, el porque de no haber obtenido respuesta a nuestro clamor, o dónde está Dios en medio de nuestro sufrimiento. Pero las Escrituras nos aseguran que El Señor nos observa siempre y está con nosotros, incluso en las circunstancias más apremiantes que agotan nuestra fuerza y consumen nuestra esperanza.
Cuando nos enfrentamos a tribulaciones, la norma de la Palabra en Su revelación es indudable: Somos llamados a confiar siempre en El Señor. Es difícil atravesar el desconcierto del dolor, que a su vez nos lleva a la incertidumbre sobre el futuro, a hacernos preguntas como: ¿A dónde me llevará esta situación? ¿Cuánto más podré resistir? ¿Que sucedería si…? y muchas otras interrogantes de las cuáles en el momento no poseemos clara respuesta. Aunque arrecien las tormentas, Dios permanece inquebrantable. Sus planes se mantienen firmes, y sus promesas eternas nunca fallan. Como escribió David en el Salmo 46:1, «Dios es nuestro refugio y fortaleza, un auxilio siempre presente en la angustia».
En la adversidad, debemos recordar que Dios es bueno, incluso cuando nuestras circunstancias no nos parezcan favorables. Todas las cosas obran para bien de los que le aman, nos asegura el Apóstol Pablo (Romanos 8:28). Y es que las pruebas que afrontamos hoy, nos proporcionan la preparación para mayores propósitos y bendiciones el día de mañana. Parafraseando a Santiago 1:2-4: Hermanos míos, tened por pura alegría cuando os enfrentéis a pruebas de muchas clases, porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce perseverancia. Dejad que la perseverancia termine su obra para que seáis maduros y completos, sin que os falte nada.
Puede que el camino a seguir aún no esté claro, pero podemos por fe, y no simplemente por vista, saber que el Buen Pastor, con su vara y su cayado nos dirige por senderos de rectitud.
Confiar en Dios significa creer en sus buenos propósitos, incluso cuando nuestro avance, pueda en algunos momentos parecer escabroso y oscuro.
Fijemos nuestros ojos en Jesús, el pionero y perfeccionador de nuestra fe (Hebreos 12:2), y sigamos caminando con confianza.
Oración:
Señor, que no vea mis circunstancias, sino la gloria de la obra que quieres realizar en mi. Que no recuerde cuán difícil es mi situación, sino la gracia, con qué, en los momentos más difíciles, me has librado. Que Tu presencia no me falte en ningún momento de mi vida, Padre. Te lo pido, En El Nombre de Jesús, Amén.
Resumen de Salmos 55
El Salmo 55 es una súplica de David en medio de la angustia y la traición. Expresa su deseo de escapar de la opresión y el dolor causados por enemigos y amigos falsos. Lamenta la traición de alguien cercano, lo que intensifica su sufrimiento. Sin embargo, en medio de su aflicción, confía en Dios como su refugio y defensor. David exhorta a depositar las cargas en Jehová, asegurando que Él sostendrá a los justos y juzgará a los impíos. El salmo concluye reafirmando la fe en la fidelidad de Dios.
Referencias cruzadas de Salmos 55:22
- Mateo 11:28
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.» - 1 Pedro 5:7
«Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.» - Isaías 41:10
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.»