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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. (Juan 16:7)
¿A veces te encuentras deseando que tengas más ánimo, tal vez de tu familia, amigos o compañeros de trabajo? Creo que todos nos sentimos así en un momento u otro. Cuando te sientes en necesidad de ánimo y no pareces estar obteniendo eso de otras personas, puedes animarte en el Señor (1 Samuel 30: 6), y también puedes recibir ese ánimo del Espíritu de Dios.
¿Sabías que el Espíritu Santo se llama «El Animador»? La palabra griega para «Santo Espíritu» es Parakletos e incluye comodidad, edificación y aliento como parte de su definición.
Jesús envió a un ayudante, un fortalecedor, un edificador y un animador cuando envió al Espíritu Santo, y Él lo envió a estar en estrecha humilde con nosotros. Vive dentro de los que son creyentes en Jesucristo.
Si necesitas ánimo, mira a Dios primero. Él nunca te dirá que no vas a hacerlo. Él nunca te dirá que tu caso es desesperado. En su lugar, te animará a que todas las cosas son posibles en Él. Te recordará que Él te ama, Él está contigo, y Él te da la fuerza que necesitas para hacer todo lo que Él te ha llamado.
Abre tu corazón para recibir bienestar, tranquilidad y ánimo del Espíritu Santo hoy.
Oración:
Señor, no quiero vivir esclavo de la tristeza, el desánimo, del desaliento, por ello te pido que dispongas en mi al Espíritu Santo, para que tome mi corazón y lo llene de el contentamiento, el gozo y la alegría de saber que Te encuentras conmigo y Tu presencia me guía y me cuida adonde quiera que voy. Amén
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo – Juan 16
En Juan 16, Jesús sigue dando instrucciones a sus discípulos, antes de ser arrestado, condenado, torturado y crucificado por los judíos y los romanos.
El Maestro deja claro que, debido a su fe en él, habrá oposición y adversidad en sus vidas, pero la presencia de Dios estará con ellos continuamente, todos los días.
Al notar la tristeza en sus rostros, Jesús comenzó a hablar del ministerio consolador del Espíritu Santo y de su obra para conducir al pecador al arrepentimiento.
Para que venga, Jesús necesitaba volver al Padre.
Jesús dice a los discípulos cómo el Espíritu los guiará y consolará, incluso en medio de la mayor adversidad. Luego promete la alegría en lugar de la tristeza y la paz en medio de las aflicciones.
Esbozo de Juan 16:
16:1 – 4: Las adversidades de la vida con Cristo
16:5 – 11: La promesa de la presencia de Dios
16.12 – 15: El ministerio de la enseñanza del Espíritu Santo
16:16 – 19: A través del Espíritu Santo
16:20 – 24: La alegría en lugar del dolor
16:25 – 28: La victoria a través de nuestra relación con el Padre
16:29 – 30: La promesa de comprensión
16.31 – 33: La paz en medio de las aflicciones
Comentario Bíblico – Juan 16:7
Juan 15:26 – Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Hechos 2:33 – Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
Romanos 8:28 – Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Juan 11:50-52 – ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.
Juan 14:3 – Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14:28 – Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Hechos 1:4-5 – Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Lucas 9:27 – Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
Juan 14:26 – Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.