14 de Noviembre: Perseverancia en la oración

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.

Palabra:

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros. Romanos 8:26

Un obstáculo habitual en nuestra vida de oración es la falta de perseverancia. Muchos cristianos creen que, una vez que han orado por algo, la respuesta debería llegar inmediatamente. Pero Dios no es un servidor, que espera siempre a nuestros requerimientos para darnos lo que queremos en el momento en que se lo pedimos, básicamente de forma inmediata. Imagina que el Señor nos proporcionara al instante cualquier cosa que pidiéramos: quizá no desarrollaríamos virtudes como la paciencia, la confianza y la dependencia de Él.

El Señor es fiel para responder a nuestras oraciones, pero no siempre de la forma que esperamos. Sin embargo, incluso cuando la respuesta es negativa, podemos estar seguros de que lo que Él nos da es mejor que lo que pedimos. Piensa en el apóstol Pablo: aunque pidió repetidamente alivio para su «espina en la carne», se le concedió algo más beneficioso espiritualmente. Dios no sólo protegió a Pablo del orgullo, sino que utilizó la debilidad del apóstol para desplegar el poder divino (2 Corintios 12:7-10).

Puesto que la oración de Pablo no obtuvo la respuesta que él esperaba en un principio, quizá te preguntes qué peticiones llevas al Señor. La verdad es que no siempre sabemos orar como deberíamos, pero, afortunadamente, tenemos un Ayudante en el Espíritu Santo, que intercede por nosotros según la voluntad de Dios. Si no recibimos lo que esperábamos, podemos estar seguros de que el Espíritu sabía exactamente qué pedir en nuestro nombre, y de que lo que recibimos como resultado fue lo mejor.

Oración:

Señor, en mi perseverancia en la oración, reconozco tu soberanía y acepto tu voluntad perfecta. Sé que tu plan supera mis deseos y que tu sabiduría trasciende mi comprensión. Con paciencia, confío en que tus tiempos son perfectos y que las pruebas fortalecen mi fe. Capacítame para perseverar, aceptar y confiar en ti, sabiendo que tu voluntad es siempre la mejor. En ti encuentro esperanza y consuelo. Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Romanos 8:

El capítulo 8 del libro de Romanos, es uno de los textos más profundos y alentadores del Nuevo Testamento, que aborda la vida en el Espíritu, la esperanza de la gloria futura y la seguridad del amor de Dios. Pablo comienza declarando que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, ya que la ley del Espíritu de vida nos ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

Este capítulo enfatiza que los creyentes deben vivir conforme al Espíritu y no según la carne. Al hacerlo, se convierten en hijos de Dios, coherederos con Cristo, compartiendo tanto sus sufrimientos como su gloria futura. Pablo habla de la creación, esperando con anhelo ser liberada de la esclavitud de la corrupción, en paralelo con la esperanza que los creyentes tienen de la redención de sus cuerpos.

Romanos 8 también destaca que el Espíritu Santo ayuda en nuestras debilidades, intercediendo por nosotros con gemidos indecibles, y que todas las cosas cooperan para bien de aquellos que aman a Dios. Pablo concluye con una poderosa afirmación sobre la seguridad del amor de Dios, argumentando que nada puede separarnos de este amor, ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni hambre, ni desnudez, ni peligro, ni espada.

Referencias cruzadas Romanos 8:26:

Este pasaje resalta la obra del Espíritu Santo en la vida de los creyentes, asistiéndolos en oración e interviniendo en la vida de ellos por ante Dios. Aquí tienes cinco referencias cruzadas que complementan y enriquecen este concepto:

1. Juan 14:16-17: «Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.»

2. Juan 16:13: «Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.»