Palabra:
Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. (Salmos 86:11)
Hay cosas que nunca está de más escucharmuchas veces. Por ejemplo, la empatía genuina en los días malos. Las afirmaciones de que algo no fue culpa nuestra y que cualquiera hubiera hecho lo que hicimos. Los cumplidos a nuestro favor, la motivación honesta respecto a nuestro futuro incierto.
Los simples recordatorios de que somos reconocidos y amados. Palabras como estas hacen que la vida sea más llevadera y que la disfrutemos más. Nos dan nuevos bríos y calman las aguas turbulentas que se levantan a nuestro alrededor.
De la misma manera, nunca sobra escuchar algunas verdades acerca de Dios. Son las primeras lecciones. Algunas personas se refieren a éstas como conocimientos básicos o como un plan de estudios para nuevos creyentes en Jesús. Es posible que sean razonamientos simples, pero tienen un modo de penetrar aun hasta en las situaciones más complicadas de la vida, a fin de que nuestra vida con el Señor sea más llevadera y mucho más agradable.
Dios es bueno. Su invitación está en pie para que saboreemos esa bondad, esa delicia y esa esencia profundamente satisfactoria.
La actividad más natural de nuestras vidas debería ser la de caminar con Dios y la de disfrutar Su cercanía. Sin embargo, se ha complicado por demasiadas cosas que nos han sido adversas tales como: nuestra incapacidad para creer que verdaderamente le agradamos, los requisitos distorsionados que equivocadamente imaginamos que Él pone sobre nosotros, nuestros celos bien intencionados pero fuera de lugar, la nube de culpa de la que parece que no podemos escapar y que acosa nuestros días, nuestra religiosa y casi supersticiosa tendencia a tratar de ganar cosas de Él o de probarle algo.
Seguimos entendiendo las cosas al revés y casi siempre terminamos malinterpretando Su lenguaje de afecto y deleite hacia nosotros, escuchando más bien las expectativas y las obligaciones gravosas.
Por esta razón me gusta decirles a las personas que no creo en el Dios contra el que luchan, en el que no creen. Mi Dios es completamente diferente a ése.
Hoy quiero aprender a caminar con Dios de una manera dinámica y viva.
Oración:
Señor, ayúdame a entenderte y sobretodo conocerte y transitar por tus caminos. Amén.
Más Palabra Edificada / Voluntad de Dios:
«Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» 1 Tesalonicenses 5:18
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» Romanos 12:2
«Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Lucas 22:42
«Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios;» 1 Tesalonicenses 4:3
» Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.» Jeremias 29:11
«El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.» Juan 7:17
«Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.» Mateo 6:10
«Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.» Hebreos 13:20-21
» Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos» 1 Peter 2:15
«Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.» 1 Juan 6:39
» Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.» 1 Juan 2:16-17
«Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.» Juan 6:40
«¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?» Lucas 6:46
» Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.» Efesios 5:17