(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne. (Cantares 2:15)
¿Qué te hace perder el buen ánimo? Ya sabes, esas pequeñas molestias o incomodidades que pueden surgir cuando encontramos piedras mínimas, pero que pueden sumirnos en la amargura al llevarnos por el camino contrario al objetivo que perseguimos en un momento puntual: una fila excesiva en el banco, o en el supermercado cuando tenemos más prisa, el atraso en el horario de un compromiso pautado, habiendo aún tomado todas las previsiones de salir más temprano, olvidar las llaves cuando vamos tarde en nuestro horario, perder el transporte de regreso a casa al salir del trabajo, y muchas otras situaciones que de seguro la mayoría hemos sufrido.
En ese sentido, La Palabra de Dios enseña que las «zorras pequeñas» de la vida «arruinan el viñedo». Los verdaderos ladrones de tu gozo, aún cuando pueden tocar a nuestra puerta, en forma de complicadas circunstancias, no son en si, esas grandes catástrofes, sino los incordios que nos parecen triviales, e insignificantes, y que surgen a diario. ¿Se ha dado el caso de que una o dos «zorras» consecutivas, han hecho que lo mejor de ti, se haya venido irremediablemente abajo, arruinándote un día que hubiera sido perfecto?.
¿Cómo aprovechamos esas pequeñas zorras? Las Sagradas Escrituras también nos iluminan en esta situación a través del salmista que declaró: «En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma.» (Sal 94.19). Dios entiende nuestra fragilidad humana. Dondequiera que estemos, hagamos lo que hagamos, ansía ministrar calma, paz y gozo. Al acudir al Señor en oración y alabanza, él empieza a «atrapar a las zorras».
El antídoto de Dios para nuestras fluctuantes emociones es sencillo: oración más alabanza, que siempre, equivale a la verdadera paz, que sólo Cristo puede brindar.
Oración diaria: Señor, te ruego que des consuelo a mi alma inquieta y ahuyenta a las pequeñas zorras de la irritación, el desánimo o la frustración. Cuando me sienta débil ante la tentación a preocuparme y a enfurecerme, recuérdame tu antídoto para mantener mis emociones en equilibrio: La oración, la alabanza y el constante estudio de Tu Palabra. Asi sea, Padre, Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Cantares 2:
El libro de Cantares, también conocido como el Cantar de los Cantares de Salomón, es un poema lírico que celebra el amor humano en la Biblia. El Capítulo 2 de este libro presenta una serie de diálogos poéticos entre dos amantes: una mujer, a menudo identificada como la Sulamita, y su amado. La narrativa está impregnada de metáforas y simbolismo natural, destacando la belleza de la naturaleza y el amor.
El capítulo comienza con la mujer comparándose a sí misma con una flor del campo y un lirio entre espinas, sugiriendo su singularidad y belleza en los ojos de su amado. A su vez, el amado es descrito como un árbol frutal entre los árboles del bosque, proporcionando sombra y fruto dulce, simbolizando protección, sustento y placer.
Este capítulo también incluye la famosa invitación del amado a su amante para que se una a él, aprovechando la llegada de la primavera, una metáfora del amor floreciendo. Los versos reflejan una profunda admiración mutua y un deseo de estar juntos, superando cualquier obstáculo.
El amor entre la pareja es presentado como algo natural, espontáneo y poderoso, comparable a las fuerzas de la naturaleza, que no solo celebra la unión física sino también una profunda conexión emocional y espiritual. Cantares 2, por lo tanto, ofrece una visión poética y edificante del amor, destacando su capacidad para embellecer la vida y conectar profundamente a los seres humanos.
Referencias cruzadas Cantares 2:15:
Este versículo utiliza la metáfora de las zorras que dañan las viñas en flor para hablar de pequeños problemas o tentaciones que pueden dañar una específicamente una relación, pero también pudiendo ser extendido al daño de nuestra vida espiritual o a robarnos nuestra calma y nuestra paz. A continuación las siguientes referencias cruzadas que pueden complementar el significado de este versículo en las Santas Escrituras:
1. Eclesiastés 9:12: «Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.» Esta referencia puede relacionarse con la idea de ser cautelosos y prevenir problemas antes de que ocurran.
2. Isaías 5:4: «¿Qué más se podía hacer a mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Cómo, esperando yo que diese uvas, ha dado uvas silvestres?» Este versículo habla sobre las expectativas versus la realidad, similar a cómo las «zorras» pueden arruinar las «viñas» de nuestras relaciones o proyectos.
3. Jeremías 2:21: «Te planté de vid escogida, simiente verdadera toda ella; ¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?» Este versículo refleja cómo se puede corromper algo bueno, enlazando con la idea de proteger las «viñas» de las influencias negativas.
4. Mateo 13:25: «Pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.» Se relaciona con la necesidad de estar vigilantes para proteger lo que es valioso de las amenazas externas.
5. Efesios 4:27: «Ni deis lugar al diablo.» Este breve consejo apunta a la importancia de no permitir que las pequeñas tentaciones o problemas (las «zorras») encuentren un espacio para crecer y causar daño mayor.
6. 1 Pedro 5:8: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.» Aunque el contexto es más espiritual, se conecta con la idea de estar alerta ante las amenazas que pueden destruir lo que es precioso para nosotros.
Estas referencias cruzadas ofrecen una visión más amplia sobre la vigilancia, la protección de lo valioso y el cuidado necesario para mantener la integridad y la belleza de nuestras «viñas», ya sean relaciones, proyectos o nuestra propia vida espiritual.