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Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos. (Salmos 138:8)
David tuvo que enfrentar muchas pruebas durante su vida. Sus salmos expresan las luchas y decepciones que enfrentó, pero al final, siempre volvió su atención a Dios. La clave de una actitud de victoria, residió siempre en mantener una sólida fe en Dios.
David tenía certeza del maravilloso plan del Señor para él. Por ello podía afirmar con seguridad: «Jehová cumplirá su propósito en mí». La única manera de que podamos caminar a través de los problemas y no ser derrotados es manteniendo nuestro enfoque en el Señor y su propósito. Él ha prometido hacer una buena obra en nuestras vidas, pero a veces la única manera en que puede completarla es en los valles de las dificultades.
David confió en El Poder de Dios. Cuando surgen problemas, nosotros también podemos confiar en que Dios nos libere, pero no puede ser por medio de un escape. A veces Él nos sostiene a través de la dificultad, caminando con nosotros en cada paso del camino.
David creía en las promesas del Señor. A lo largo de estos dos versos, David se recuerda a sí mismo repetidamente lo que el Señor hará. También necesitamos tener algunas promesas específicas de las Escrituras que nos anclen en tiempos de dificultad. Las verdades de la Biblia son nuestra posesión más valiosa cuando las tormentas de la vida nos asaltan. La confianza en uno mismo o los consejos de otros nunca igualarán la ayuda que la Palabra de Dios nos ofrece.
Dios asume la responsabilidad de llevar a cabo lo que te preocupa en tiempos de dificultad. Tu meta es creer que Él cumplirá Su propósito, Su poder es adecuado, y Él cumplirá cada promesa. Cuando la prueba haya logrado su objetivo, Él la eliminará. Hasta entonces, sigue caminando con los ojos en Él.
Oración:
Señor, me propongo caminar con mis ojos puestos en los maravillos planes que me guardas y no en la magnitud de las dificultades que pueda enfrentar. Amén.
