Contenido
(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
“Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” (Mateo 6:34)
Hay dos días preciosos en la semana en los cuales y por los cuales nunca me preocupo, dos días despreocupados que permanecen inviolables, libres de temor y aprensión.
Uno de esos días es Ayer; ayer, con sus cuidados e inquietudes, con sus penas y dolores, con todas sus faltas, errores y desaciertos, ha pasado para siempre de manera irrevocable. No puedo deshacer nada de lo que hice, ni anular una sola palabra que pronuncié. Todo lo errado, lamentable y triste de mi vida que en él hay está en las manos del Amor Poderoso que saca miel de la roca y aguas dulces del desierto amargo.
A excepción de los recuerdos hermosos, dulces y tiernos, que perduran como el perfume de las rosas en el corazón del día que se fue, no tengo nada que ver con Ayer. ¡Fue mío! ¡Es de Dios!
Y el otro día por el que no me preocupo es Mañana; mañana, con todas sus posibles adversidades, sus cargas, sus peligros, su gran promesa y su comportamiento deficiente, sus fracasos y errores, está tan fuera de mi dominio como su hermana muerta, Ayer. Es un día que pertenece a Dios. Su sol saldrá con rosado esplendor, o tras una máscara de nubes llorosas, pero saldrá.
Hasta entonces, el mismo Amor y la misma Paciencia que sostuvieron Ayer, sostienen Mañana. A excepción de la estrella de esperanza que fulgura siempre sobre la cumbre de Mañana, y que ilumina con tierna promesa el corazón de Hoy, no tengo ninguna posesión en ese día de gracia que no ha nacido. Todo lo demás está bajo el cuidado seguro del Amor Infinito que es más alto que las estrellas, más vasto que los cielos, más profundo que los mares. ¡Mañana es el día de Dios! ¡Será mío!
Lo que me queda a mi entonces es nada más que un día en la semana, Hoy.
¡Cualquier hombre puede pelear las batallas de Hoy! ¡Cualquier mujer puede llevar las cargas de un solo día! ¡Cualquier hombre puede resistir las tentaciones de Hoy! Oh, amigos, cuando nosotros obstinadamente añadimos las cargas de esas dos eternidades horribles, Ayer y Mañana, cargas que sólo el Dios Todopoderoso puede sostener, es entonces que nos debilitamos. No es la experiencia de Hoy la que enloquece a los hombres. Es el remordimiento por algo que sucedió Ayer, el terror de lo que Mañana puede revelar.
¡Esos días pertenecen a Dios! ¡Déjelos con Él!
Por consiguiente, ¡pienso y obro y me muevo nada más que un día a la vez! Es la manera fácil. Es el día que pertenece al hombre. Con diligencia avanzo en mi carrera y realizo mi tarea designada para ese Día que es el nuestro. El Dios que es todo poder y todo amor se hace cargo de Ayer y de Mañana.
“Mañana es el secreto de Dios, pero hoy le pertenece para que lo viva.” Todos los mañanas de nuestra vida tienen que pasar delante de Él antes que puedan llegar a nosotros.
Oración:
Señor, pon mis pensamientos, mi concentración y mi determinación en vivir a plenitud, guiado por Ti, el día de hoy. Que pueda cada día abrir mi corazón a la verdad grandiosa de que puedes borrar mi pasado y darme la seguridad de un hermoso futuro. Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Mateo 6:34
Tema del Capítulo – Mateo 6:
Habiendo Cristo, en el capítulo anterior, preparado a sus discípulos contra las doctrinas y opiniones corruptas de los escribas y fariseos, especialmente en sus exposiciones de la ley (que fueron llamadas levadura, cap. 16.12), viene en este capítulo a advertirles contra sus prácticas corruptas: los dos pecados que, aunque en su doctrina no justificaban, en su conducta, sin embargo, eran notoriamente culpables. Llegaron a recomendarlos a sus admiradores: eran la hipocresía y el materialismo, pecados contra los que, de todos los demás, más debían protegerse los doctores de la religión, por ser los que más fácilmente envuelven a los que huyen de las contaminaciones más flagrantes que hay en el mundo por la concupiscencia, y que, por tanto, son altamente peligrosos. Estamos aquí advertidos: I. Contra la hipocresía. No debemos ser como los hipócritas, ni hacer lo que hacen los hipócritas. 1. Al dar limosna (w. 1-4). En la oración (vv. 5-8). Aquí se nos enseña por qué y cómo orar (vv. 9-13); y a perdonar en la oración (w. 14,15). 3. en el ayuno (vv. 16-18). II. Contra el materialismo: 1. En nuestras elecciones, éste es el pecado que destruye a los hipócritas (vv. 19-24). En nuestros afanes y preocupaciones, éste es el pecado que perturba a muchos buenos cristianos (vv. 25-34).
Comentario Bíblico:
Mateo 6:34
No os afanéis por vuestra vida. Ni por la extensión de ella, sino referidla a Dios para que la alargue o acorte según le plazca; nuestros tiempos están en su mano y están en buena mano. Ni por las comodidades de esta vida; dejad que Dios la amargue o endulce según le plazca. Dios ha prometido la comida y el vestido, por tanto podemos esperarlos. No penséis en el mañana, en el tiempo venidero. No os afanéis por el futuro, cómo viviréis el año que viene, o cuando estéis viejos, o qué dejaréis detrás de vosotros. Como no debemos jactarnos del mañana, así tampoco debemos preocuparnos por el mañana o sus acontecimientos. Dios nos ha dado vida y nos ha dado el cuerpo. ¿Y qué no puede hacer por nosotros el que hizo eso? Si nos preocupamos de nuestras almas y de la eternidad, que son más que el cuerpo y esta vida, podemos dejarle en manos de Dios que nos provea comida y vestido, que son lo menos. Mejorad esto como exhortación a confiar en Dios. Debemos reconciliarnos con nuestro patrimonio en el mundo como lo hacemos con nuestra estatura. No podemos alterar las disposiciones de la providencia, por tanto debemos someternos y resignarnos a ellas. El cuidado considerado por nuestras almas es la mejor cura de la consideración cuidada por el mundo.
Referencias Cruzadas:
Mateo 6:11 – El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Deuteronomio 33:25 – Hierro y bronce serán tus cerrojos, Y como tus días serán tus fuerzas.
Mateo 6:25 – Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Hebreos 13:5-6 – Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
Lamentaciones 3:23 – Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Tema Principal:
Jesús toma cuenta de nosotros y nuestras necesidades hoy y siempre.
Versículos Temáticos:
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
No temas, porque yo estoy contigo;
no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré
con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mateo 6:25
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,
Tus consolaciones alegraban mi alma.
Salmo 94:19
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Juan 14:1
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan 14:27
La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra.
Proverbios 12:25
Señor, delante de ti están todos mis deseos,
Y mi suspiro no te es oculto.
Salmo 38:9