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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Palabra:
Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: ¿Qué es el hombre para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano para que lo tomes en cuenta? (Salmos 8:3-4)
Cuando reflexionamos sobre el mundo de nuestro alrededor —la belleza de los árboles, las montañas, los arroyos—, nuestra imaginación queda pasmada. Alzar la mirada a los cielos, contemplar los planetas y las estrellas a años luz de nosotros, hace que nos humillemos. Basta con pensar que Dios, en su infinita sabiduría, ha creado todas estas cosas con sus manos poderosas, del mismo modo en que nos hizo a nosotros.
Ver y contemplar tal magnificencia lo pone todo en perspectiva. Nuestros problemas parecen minúsculos en comparación con los cielos, la majestuosidad de los montes y la grandeza de los árboles. Saber que Dios nos ha favorecido con su gracia, su misericordia y su amor, y que nos ha dado la responsabilidad de cuidar estas cosas que ha puesto en nuestras manos, nos llena de cánticos de alabanza.
Si la vida te está desalentando, si tus problemas parecen insuperables, date un paseo. Mira a tu alrededor, debajo y encima de ti. Respira profundamente. Acércate a un árbol y toca su corteza, examina sus hojas. Baja la vista a tierra, a las arañas, las hormigas y la hierba. Siente la maravilla de la tierra. Dale gracias a él por los cielos —el sol, la luna y las estrellas— por encima de ti. Es lo que Dios ha creado para nosotros, para ti. Alaba su nombre. Él es digno.
Oración:
Señor, la hermosura de esta tierra es tan asombrosa. En la gloria de todo lo que has creado, gracias por cuidar tanto de mí, por crear la magnificencia que me rodea. Gracias por darnos tanto. Yo te pido que mi vida pueda ser testimonio del gran amor que me tienes y lo maravilloso que eres. Gracias por fijarte en mí. Gracias por tomarme en cuenta. Gracias por conocerme a la perfección. Gracias por la esperanza que traes a mi vida. Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Salmos 8:
El Salmo 8, es un himno de alabanza que refleja la majestuosidad de Dios y su amor por la humanidad, escrito por David. Este capítulo comienza y termina con la misma línea, «¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!», enmarcando el salmo con una declaración de adoración a la grandeza divina.
David se maravilla de la creación, observando el cielo, la luna y las estrellas, obras de los dedos de Dios, y se pregunta cómo el Señor puede tener en cuenta a los seres humanos, que parecen insignificantes en comparación con la vastedad del universo. A pesar de esta aparente insignificancia, Dios ha otorgado a la humanidad un lugar de honor y responsabilidad, haciéndola «poco menor que los ángeles» y dándole dominio sobre la creación, incluyendo los animales terrestres, aves del cielo y peces del mar.
Este salmo resalta la paradoja de la grandeza humana frente a la majestuosidad divina, mostrando una profunda apreciación por la consideración y el cuidado de Dios hacia la humanidad. A través de este poético capítulo, David expresa su asombro y gratitud por la posición privilegiada del ser humano en la creación, a la vez que reconoce y exalta la supremacía y el poder del Señor sobre todo el universo.
Referencias cruzadas Salmos 8:3-4:
Job 7:17-18: «¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón, y lo visites todas las mañanas, y todos los momentos lo pruebes?» Este pasaje de Job pregunta sobre la significancia del hombre ante Dios, similar a la reflexión de David en los Salmos.
