22 de Febrero: Cosecharás lo que sembraste

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.

Palabra:

«Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno». (Mateo 13:3-8)

El primer trabajo que desempeñé, fue de jornalero a los 16 años, en la siembra de tomates de mi tío. Era un trabajo duro, pero reconfortante en la naturaleza, más aún tomando en cuenta, las valiosas reflexiones, que él, como hombre experimentado, nos dejaba.

Mi tío, constantemente alardeaba de tener los mejores tomates de la región, y comentaba. Hijo, las personas creen que el secreto está en la calidad de las semillas que aquí cultivo, y claro, son ellas de alta calidad. Sin embargo, sin el terreno correcto que las fecunde, y que de ellas aproveche su alto potencial, el resultado no sería el mismo.

En la parábola del sembrador, vemos como Jesús, con inigualable sabiduría, propia del maravilloso maestro que era, ilustró a sus discípulos, sobre las diferentes actitudes de las personas ante la palabra de Dios, comparándolas con los diferentes tipos de terrenos, y semillas, con las que el sembrador laboraba.

Algunas semillas fueron devoradas por las aves, otras, ahogadas por las hierbas malas de la tierra, un grupo de ellas, pudo brotar casi de manera inmediata, pero ante la falta de tierra, mermaron en su desarrollo. No obstante, una de las semillas cayó en tierra buena, y como dicta la escritura: “dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno”.

De esta grandiosa reflexión de Jesús, surge la necesidad de preguntarse: ¿Qué clase de terreno soy?, ¿Doy fruto con mis acciones a la semilla de amor, esperanza y paz, que el Señor ha plantado en mí?, ¿Fecundo su semilla, cumpliendo su palabra y aplicándola diariamente a mi vida?.

Busquemos en nuestras respuestas, el camino para que crezca en abundancia, la palabra del Señor en nuestro corazón. Que su semilla se haga fruto abundante, siendo para ello nosotros, la tierra fértil en la que su amor y misericordia, crezcan.

Oración:

Señor, Dame la sabiduría para entender en toda su dimensión, las enseñanzas y principios de tu palabra. Guíame a actuar cada día más conforme a ella, para ser terreno fértil, en el que se gesten los frutos de la semilla de amor, compasión, esperanza y misericordia, que has plantado en mi corazón. Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Mateo 13:

El capítulo 13 del libro de Mateo, es fundamental por presentar una serie de parábolas a través de las cuales Jesús enseña sobre el Reino de los Cielos, utilizando historias cotidianas para revelar verdades espirituales profundas.

La primera parábola, la del sembrador, ilustra cómo la Palabra de Dios puede ser recibida de diferentes maneras por las personas, dependiendo de la condición de su corazón, lo que afecta su capacidad para entender y aceptar el mensaje del Reino. Jesús explica luego el propósito de hablar en parábolas, señalando que es para revelar verdades a quienes están dispuestos a entender y ocultarlas a quienes no lo están.

Otras parábolas incluidas son la del trigo y la cizaña, que habla de la coexistencia del bien y el mal en el mundo hasta el final de los tiempos; el grano de mostaza, que muestra cómo el Reino de Dios comienza pequeño pero crece grandemente; y la levadura, que ilustra cómo el Reino penetra y transforma la sociedad.

También presenta las parábolas del tesoro escondido y la perla de gran precio, ambas destacando el valor incomparable del Reino de los Cielos, por el cual vale la pena sacrificar todo lo demás. Finaliza con la parábola de la red, que advierte como los justos serán separados de los impíos.

Referencias cruzadas Mateo 13:3-8:

Las siguientes referencias cruzadas ofrecen una visión más amplia de los temas abordados en la parábola del sembrador de Mateo 13, resaltando la importancia de la actitud del corazón para recibir la Palabra de Dios y permitir que produzca fruto en la vida de los creyentes:

Marcos 4:3-8: Este pasaje es la versión de Marcos de la parábola del sembrador. Proporciona un relato paralelo que enfatiza la importancia de cómo se recibe la Palabra de Dios y los obstáculos que pueden impedir su crecimiento.

Lucas 8:5-8: Lucas también relata la parábola del sembrador, ofreciendo otra perspectiva que ayuda a comprender la enseñanza de Jesús. La inclusión de esta parábola en los tres sinópticos subraya su importancia central para el mensaje del Evangelio.

Isaías 55:10-11: «Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá sino que riega la tierra, haciéndola germinar y producir… así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero.» Este pasaje del Antiguo Testamento resalta la eficacia de la Palabra de Dios para cumplir su propósito, en paralelo al concepto de la semilla que crece donde encuentra terreno fértil.

Jeremías 4:3: «Porque así dice Jehová a los hombres de Judá y a Jerusalén: Romped vuestro barbecho, y no sembréis entre espinos.» Este versículo llama a preparar el corazón para recibir la Palabra de Dios, similar a la exhortación de la parábola del sembrador a ser buen terreno.

Santiago 1:21: «Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.» Santiago hace eco de la idea de recibir adecuadamente la Palabra para que pueda germinar y producir fruto, reflejando el tema de la parábola del sembrador.