24 de Noviembre: El llamado a la fe

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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.

Palabra:

«Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré» (Génesis 12:1)

Todos los días, de manera inconsciente, damos por sentado, eventos en los que ejercemos algún tipo de fe. Al sentarme asumo que la silla me sostendrá y no caeré al suelo, si voy a un restaurante estoy seguro de que la comida será sana y me caerá bien. Cuando en la noche coloco el despertador, sé que al día siguiente, me levantará y llegaré a tiempo al trabajo.

La fe juega un papel supremo en nuestras vidas y es la piedra angular de nuestro caminar con el Señor. La palabra tiene mucho que decir acerca del ejercicio de su ejercicio: por ejemplo, somos salvos por la fe (Efesios 2:8-9), por fe nos mantenemos de pie (2 Corintios 1:24), recibimos justicia de ella (Romanos 4:13) y en ella podemos encontrar la paz. (Romanos 5:1)

En Hebreos 11:1 la palabra dicta, de forma muy resumida pero práctica lo que es la fe: «Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve». Al pensar en esta escritura entiendo la fe como el acto de creer sin ver.

Así tener fe en Dios es no tener miedo de que Él nos guíe en su propósito, es creer, sin saber (sin ver) o sin conocer los detalles o los medios por los cuales el Señor actuará para llevarnos a ese destino que para nosotros contempla.

En la escritura de hoy vemos reflejado ese caso en Abram, quien fue llamado a dejar todo atrás y servirse solo de la mano del Señor, para dejar el confort de su familia y comunidad y así llegar a un nuevo destino en donde encontraría en Dios su seguridad.

No siempre el Señor nos llamará a dejar ciertas cosas de nuestra vida, para conseguir otras, tal como sucedió con Abram; lo que sí es seguro es que Él necesitará de nosotros, lo que Abram le otorgó: su fe. Esa fe que permite que confiemos en Él para que su mano nos guíe a nuevos destinos. Esa fe de la que obtendremos la fuerza y el coraje para lograr objetivos que pensábamos imposibles, esa fe por la que podremos decir: «Señor, dondequiera que me llames, contigo iré.»

Fortalece esa fe, El Señor te espera.

Oración:

Señor, haz cada día más fuerte y sólida mí en Fe en Ti. Dame la fuerza y el coraje para atender Tu llamado, obedecer tu propósito y en mi obrar, honrar que me hayas escogido. Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Génesis 12:

El capítulo 12 del libro de Génesis, marca un punto de inflexión en la narrativa bíblica al introducir a Abram (más tarde llamado Abraham), a quien Dios llama para dejar su tierra natal, Ur de los Caldeos, y su parentela para dirigirse a una tierra que Dios le mostraría. Este capítulo establece el inicio de una relación especial entre Dios y Abram, prometiéndole hacer de él una gran nación, bendecirlo, hacer grande su nombre y bendecir a todas las familias de la tierra a través de él.

Obedeciendo la llamada de Dios, Abram, junto con su esposa Sarai y su sobrino Lot, parte hacia Canaán, la tierra prometida. Al llegar, Dios le aparece a Abram y le promete dar esa tierra a su descendencia. En respuesta, Abram construye un altar allí para adorar al Señor.

El capítulo también narra cómo Abram desciende a Egipto debido a una hambruna en Canaán. Temiendo por su vida debido a la belleza de Sarai, Abram la presenta como su hermana. El Faraón de Egipto, atraído por Sarai, la toma para su casa, tratando bien a Abram por su causa. Sin embargo, cuando el Faraón descubre la verdad a través de plagas divinas, reprende a Abram y lo expulsa de Egipto, junto con su esposa y todo lo que poseían.

Referencias cruzadas Génesis 12:1:

1. Hebreos 11:8: «Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.»

2. Génesis 22:1-2: «Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham; y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.»