Palabra:
Como hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando vivían en la ignorancia. Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó. (1 Pedro 1:14-15)
Creo que debemos ser un poco más cuidadosos de lo que somos con la forma en que vivimos. No es que tengamos que ser demasiados cuidadosos para vivir con miedo, sino tener cuidado de una manera piadosa, no legalista.
Porque si no tenemos cuidado acerca de quiénes son nuestros amigos, qué programas de televisión y películas vemos, qué tipo de libros leemos, qué tipo de música escuchamos, cómo gastamos nuestro dinero y qué hacemos con nuestro tiempo, podríamos terminar viviendo vidas desperdiciadas.
Como cristianos, debemos buscar la santidad y darnos cuenta de que somos santificados, lo que significa que somos apartados para el uso de Dios. De hecho, en el momento en que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, somos santificados por el Espíritu Santo y apartados para un propósito dado por Dios. Y si no estamos cumpliendo con nuestro propósito o si no estamos persiguiendo nuestro propósito, nos sentiremos vacíos y frustrados.
Te exhorto hoy a perseguir tu propósito de santidad. Cuando te enfrentes con decisiones desafiantes, pregúntale a Dios qué hacer y elige el camino de santidad que Él ha establecido para ti.
Oración:
Señor, con Tu dirección, con Tu cuidado y bajo los dictados de Tu Santa Palabra, quiero vivir cuidadosamente, siguiendo el camino de santidad que guardas tienes para mí. En El Nombre de Jesús, Amén.
Resumen de Capítulo – (1 Pedro 1):
Referencias Cruzadas – (1 Pedro 1:14-15):
Levítico 11:44-45:
«Porque yo soy Jehová vuestro Dios; por tanto, vosotros os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; y no contaminaréis vuestras personas con ningún reptil que se arrastra sobre la tierra. Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios; seréis, pues, santos, porque yo soy santo.»
Levítico 19:2:
«Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Sed santos, porque yo Jehová vuestro Dios soy santo.»
Efesios 4:17, 22-24:
«Esto, pues, digo y requiero en el Señor, que de aquí en adelante no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, […] que en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.»