Cuatro preguntas para que te hagas diariamente al inicio y al final del día. Te ayudarán a actuar cada día pensando en los demás.
Y aprender de los errores cometidos.
Si una tendencia egoísta le está impidiendo despreocuparse de usted, examine su actitud y decídase a hacer de las necesidades de los demás una prioridad en su vida. Empiece haciéndose las siguientes preguntas diariamente, tanto al principio como al final de cada día:
• ¿A quién estoy beneficiando con mi vida?
• ¿A quién estoy ayudando que no puede devolverme el favor ayudándome?
• ¿A quién estoy levantando cuando no puede hacerlo por sí solo?
• ¿A quien estoy dando ánimo diariamente?
Si usted va a actuar cada día con los intereses de los demás en su mente, pronto va a poder dar respuestas concretas y afirmativas a estas preguntas.
Fuimos creados por Dios para ser canales de bendición. Dios derrama bendición sobre nuestras vidas para que nosotros también bendigamos a otros.
Y el SEÑOR dijo a Abram: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra. Genésis 12:1-3.