Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. (Salmos 119:105)
Señor, gracias por conducir mi vida e ir adelante en cada paso que doy, mostrándome el camino correcto. Cóncedeme la disciplina y el discernimiento para que mi corazón continúe sensible a Tu dirección y armado de Tu fuerza para afrontar las adversidades y retos que encuentre al buscar servirte con fidelidad.