Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará. (Deuteronomio 31:6)
La soledad a menudo se experimenta como un dolor interno, un vacío o un anhelo de afecto. Sus efectos secundarios incluyen sentimientos de vacío, inutilidad o falta de propósito. Hay muchas causas de soledad, pero muchas personas no se dan cuenta de que no tienen que vivir con eso. Pueden confrontarlo y lidiar con ello.
Es importante darte cuenta de que solamente por estar solo, no significa que debes estar aislado o solitario. Si bien puede que no siempre será posible evitar estar solo, hay una manera de evitar ser oprimido por la soledad.
La Palabra de Dios nos dice que seamos fuertes y valientes, porque Dios está siempre con nosotros. Físicamente, puedes estar solo, pero eso no significa tienes que estar solo, porque espiritualmente, Dios siempre está allí. Él nunca te abandonará ni te dejará.
La próxima vez que un sentimiento de soledad trate de surgir en tu vida, Te incito a recordar Deuteronomio 31: 6. Declara en voz alta que Dios está contigo y comienza a hablar con Él. Al separar un tiempo para Él, Su presencia llenará tu vida. No tienes que estar solo cuando la presencia de Dios está contigo donde sea que vayas.
Palabra Diaria: Señor, estoy tan feliz de que estés siempre conmigo. Sé que nunca debo sentirme solo contigo a mi lado.