Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. (Salmo 5:3)
Nuestra rutina diaria, es normalmente repetitiva, y claro, algunos días podemos despertarnos con la sensación de encontrarnos aburridos por llevar a cabo, en ese horario las mismas tareas, que pensamos, algunas veces que no son mas que rutina.
Sin embargo, podemos decidir siempre buscar a Dios como nuestra primera tarea del día y veremos que ello, por el contrario, no resultará aburrido, ni repetitivo en ninguna situación. Y es que el Señor, en cada despertar, tendrá para nosotros una nueva revelación para que la escuchemos y pongamos en práctica.
Por ello, mantengamos siempre fresca y como primera prioridad nuestro tiempo con Dios, sobretodo al inicio de un nuevo día. Agradezcámosle un despertar más, rodeado de su provisión, de su cuidado y de su amor. Pidámosle que nos dirija y nos guíe por los caminos que transitaremos y entremos por último, nuestras cargas a Él, para que nos ayude a sobrellevarlas y a superarlas para cumplir con el propósito al que nos ha llamado.
Empezar nuestro Día con Dios, será el mejor inicio que podamos tener.
Palabra Diaria: Señor, en este nuevo día, esperaré confiad, todo lo bueno que sé, has preparado, para mi en Tu inmensa gracia e infinita misericordia. Me entregaré a caminar hoy un día a la vez, disfrutando este día y no el de ayer, ni el que vendrá, sino el que me has entregado de dádiva hoy, con todas las lecciones y también logros que en él encuentre.