El consejo del SEÑOR permanece para siempre, los designios de su corazón de generación en generación. (Salmos 33:11)
Señor, sé que eres el mismo de ayer, de hoy y de la eternidad. Tu bondad, Tu amor y Poder nunca cambian porque como creador del universo estás por encima de todas las cosas y tienes un plan superior a nuestra compresión actual. Por ello, te entrego todos mis proyectos y objetivos, pidiéndote que me ayudes atravesar con fe y con confianza todos los desafíos y retos por venir. Se que en Tu presencia seré siempre un vencedor.