Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca; sino la que sea buena y sirva para edificación, para que dé gracia a los oyentes. (Efesios 4:29)
Señor, déjanos seguir tu ejemplo, dar amor al prójimo y ser reflejo de tu amor. Atiende a nuestro clamor, guíanos en la dirección exacta para tener una buena comunicación con nuestros semejantes, que cada palabra empleada surta efectos positivos tanto en la vida del prójimo, como en nuestra propia vida. Llévanos cada día a mejorar los aspectos de la vida para agradarte y hacer tu voluntad para glorificarte. Amén