Un sabio encontró a un muchacho cuando éste estaba buscando algo de rodillas.
«¿Que andas buscando muchacho??
«Mi llave la he perdido? »
Y arrodillados los dos, se pusieron a busr la llave perdida. Al cabo de un rato dijo el sabio:
«¿Dónde la perdiste?»
«En casa»
«¡Santo Dios! Y entonces, ¿por qué la buscas aquí?
«Por que aquí hay luz».
Reflexión: ¿De qué vale buscar a Dios en lugares santos si donde lo has perdido ha sido en tu corazón?.
Amos 4:5 «Buscadme, y viviréis.»
Mateo 6:33 «Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas»
Apocalipsis 3, 20: “He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”