Hermanos, por el motivo de orgullo que tengo por ustedes en nuestro Señor Jesucristo, yo les aseguro que muero a cada instante. (1 Corintios 15:31)
El egoísmo no es un comportamiento aprendido; nacemos con él. Pero cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, Él viene a vivir en nuestro espíritu, y a medida que aprendemos cómo «morir a sí mismo» y seguir la dirección de la Espíritu Santo, entonces podemos vencer el egoísmo.
Ahora, yo no he superado el egoísmo por completo, y dudo que alguien más lo haya hecho. Incluso el apóstol Pablo, uno de los más grandes cristianos quien alguna vez vivió, tuvo problemas para superar el egoísmo. Aprender a vivir desinteresadamente fue un viaje para él, como todos los demás. Él dijo que tenía que «morir a sí mismo» todos los días.
Somos llamados a la misma vida porque no podemos vivir una vida egoísta y espera marcar la diferencia. Debemos morir a nosotros mismos cada día. Usualmente no es fácil de hacer, pero Dios siempre nos dará Su gracia para hacer lo correcto cuando nos apoyamos en Él. Y la verdad es que vivir una vida desinteresada es la mejor manera de tener más justicia, paz y alegría todos los días.
Palabra Diaria: Señor, no soy perfecto, pero sé que puedo morir a mí mismo todos los días mientras me das la fuerza para hacerlo. Muéstrame cómo vencer el egoísmo para que puedas vivir Tu vida a través de mí.