Versículo:
El que sacia de bien tu boca, De modo que te rejuvenezcas como el águila. (Salmos 103:5)
Comentario:
La intención del Señor es siempre darnos la mayor enseñanza, darnos el mejor consejo, mostrarnos el mejor camino; pero le corresponde al siervo, al hombre, hacer sus elecciones.
El salmista subraya una vez más que vale la pena seguir las directrices y los proyectos del Señor, ya que hacen que nuestra vida dé frutos.
El «saciar» la boca denota una bendición que proviene de elecciones, actitudes y aptitudes correctos conforme a Sus enseñanzas; no de una «magia» que nos libre automáticamente de todas nuestras luchas.
Es tan poderosa esta acción de Dios al guiarnos a través de los pasos correctos, siempre que le escuchamos y servimos con fidelidad, que con cada paso exitoso, el vigor y la alegría de Su presencia nos renuevan para los nuevos desafíos (Isaías 40:31).
Oración:
Quiero aprender, Señor a reconocer tus bendiciones y, por cada una de ellas, renovar mi fuerza en Ti