Palabra:
«Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo» (1 Corintios 15:10)
Dios es grande; nosotros no necesitamos serlo…
Dios quiere ayudarte . Pídele que te ayude y te proteja de los que te atacan. El Señor es amoroso, protector y tierno contigo, pero actúa como un campeón poderoso y temible interviniendo a tu favor.
¿Hay circunstancias en tu vida con las que crees que no puedes lidiar? Clama por la gracia del Señor, y confía en tu Padre en el Cielo, tal y como David ante Goliat, como Josué al tomar el lugar de Moisés. No trates de dirigir la gracia de Dios de acuerdo con lo que tú puedas pensar que necesita hacerse; más bien, pídele que haga lo que Él sabe que es lo mejor para ti.
¿Te encuentras en circunstancias que quisieras poder cambiar aun cuando no tienes poder sobre éstas? ¿Tu corazón está quebrantado, sin posibilidad aparente de ser restaurado? ¿La vida es demasiado difícil, y te sientes impotente?
Éstas son ocasiones en las que se necesita la gracia. La gracia te lleva adonde tú quieres estar, pero no puedes llegar solo. Observa la gracia de Dios en tu vida y dale las gracias por suplir lo que necesitas de la vida.
Mientras le das las gracias, es posible que quieras incluir la siguiente oración:
Oración:
Gracias, Dios, por amarme y por estar tan dispuesto a venir a rescatarme. Tu amor me inspira y me consuela durante los altibajos de mi vida y durante los tiempos de paz. Veo Tu amor extendiendo Tu gracia, fluyendo en cada uno de mis días y a través de ellos. Sé que me amas, me cuidas y me guías cada momento. Gracias Señor. Amén