Versículo:
Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. (Salmos 113:15-16)
Comentario:
El salmista revela que el Señor nos observa en cada momento de nuestra vida y esto no debería ser una molestia o una carga para nosotros; al contrario, debería ser un estímulo y hacernos más fuertes ante los desafíos y las luchas, pero a causa de nuestros fracasos y nuestra fragilidad espiritual, nos encontremos probablemente intimidados de esta acción de Dios.
Dios pone su mirada en la vida de sus siervos, no los vigila; se pone a nuestra disposición para ayudarnos y para estar a nuestro lado en cualquier momento, basta con que tengamos la actitud de «clamar». A veces no nos damos cuenta de la presencia del Señor en nuestra vida y terminamos ignorándola, sólo cuando las cosas escapen de nuestro control personal recordaremos y nos rendiremos a su dirección.
Dios quiere que sus siervos vivan con Él en una relación sincera, sin medias palabras o basada en intercambios o recompensas; cuando no entendemos esta intención del Señor, lo vemos sólo como un Dios distante al que acudimos cuando ya no podemos resolver a nuestra manera.
El no creer en Dios y el no querer buscarlo hace que la persona anule toda oportunidad de contacto; somos nosotros los que necesitamos desearlo hasta el punto de buscarlo, para no correr el riesgo de ser olvidados, porque siempre está atento a un grito sincero.
Oración:
Señor, ¡Quiero, mirar a los cielos y saber que Tus ojos están sobre mí y levantar mi clamor en profunda gratitud!.