Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo. (Isaías 41:13)
Señor, enséñame a poner mis deseos y preocupaciones en Tus manos, porque sé que para Ti no hay imposibles y eres capaz de proveerme todo aquello que necesito y de darme la victoria cuando enfrente una adversidad. Confío en que Dios diriges mi vida en todas las áreas, y pongo mi corazón y mis pensamientos en tus manos, Padre. Guíame siempre por Tus caminos de bien y Tu grandiosa voluntad.