En Dios está mi salvación y mi gloria; En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. (Salmos 62:7)
Nuestros planes, están en manos de Dios: Lo que somos, en lo que nos convertimos. Los dones que El Senor nos ha dado, son su dádiva para con nosotros. En lo que nos convertimos es el regalo que le retornamos a Él. Que sea de bondad ese retorno, en acciones que brinden esperanza y en palabras que levanten corazones de aquellos que lo necesitan. Glorifiquemos y amemos a Dios como Él nos ama cada día.
Señor, dame las fuerzas para no decaer, y amarte y glorificarte como Tu me amas cada día. Amén.