Una oración para fortalecer el dominio propio.
Señor, te doy gracias porque no me has dado un espíritu de temor. En cambio, me has dado amor y poder y dominio propio. Rechazo el temor y me rehúso a ser atado por Él, porque tu perfecto amor en mí no le da lugar al temor en mi vida. Me rehúso a tener miedo porque tú has enviado tu poder a que se mueva por mí. Y me has dado una mente clara para poder discernir la diferencia. Cada vez que tengo temor, ayúdame a recordar tu perfecto amor.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7)