Palabra:
Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños. (Génesis 33:14)
Que cuadro tan magnífico nos presenta Jacob con el cuidado que tuvo con el ganado y con los niños! El no permitía que se les forzase a marchar más de lo que podían, ni aun por un solo día. El no los conducía con la misma rapidez que un hombre fuerte como Esaú podía caminar, sino que esperaba que ellos caminasen solamente lo que podían soportar. El sabía con exactitud la distancia que podían recorrer durante el día, y se pasaba las horas pensando y meditando en el arreglo de las marchas.
El había hecho este mismo viaje algunos años antes y conocía todo lo referente a su aspereza, calor y distancia por experiencia personal. Y así, él dijo: «y yo me iré poco a poco…por cuanto vosotros no habéis pasado antes de ahora por este camino.» (Josué 3:4)
Es cierto que no hemos pasado antes por este camino, pero el Señor, sí. Para nosotros es terreno que esta sin pisar y que desconocemos, pero El conoce todo por experiencia personal. Los trozos de pendiente que cuando por ellos caminamos nos cortan la respiración, el terreno pedragozo que lástima nuestros pies, los lugares calurosos que recorremos y nos consumen porque no hay ni una sombra con que ampararse; los ríos impetuosos que atravesamos , pero por todo esto ha pasado Nuestro Padre Celestial antes de nosotros. » El conoce nuestra naturaleza; El recuerda que somos polvo.» Piensa sobre ésto, cuando estés tentado a inquirir sobre la dulzura con que El nos guía. El siempre está recordado, y no permitirá que vayas un paso más allá de lo que tu pie pueda soportar. No te importe si crees que no has de poder dar el próximo paso; porque una de dos, o El te fortalecerá para que lo des, o te mandará que hagas un alto inmediato, y no tendrás necesidad de darlo.
Oración:
Gracias Padre porque conoces mi camino y el paso necesario, al que puedo y debo marchar. Amén