Sé feliz, porque la piedra nunca es tan grande si confías en Dios, porque las injusticias acaban pagándose, porque el dolor se supera, porque el coraje te levanta, porque el miedo te fotalece, porque los errores te hacen aprender y porque nadie es perfecto.
La vida te da una segunda oportunidad para todo y Dios pone a cada uno donde debe estar.