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Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. (Mateo 7:13)
Comentario:
Jesús comienza un nuevo tema en su mensaje, sentado al pie de la montaña con la multitud; ahora trata de las facilidades que la vida ofrece a todas las personas; facilidades que podrían alejarlas de las actitudes correctas y especialmente de la dirección espiritual ofrecida por Dios.
La ilustración utilizada por Jesús, representada por la «puerta», sirve para mostrar bien la posibilidad de moverse de un lugar a otro, de una condición a otra. El Señor mostró a las personas que estaban ante ellos la posibilidad de elegir entre lo más fácil y lo más difícil, entre lo que no se requería y lo que requería compromiso.
Hacer una elección espiritual para servir a Dios y seguir la vida bajo su dirección es una decisión humana; en todos los encuentros entre Dios y los hombres, narrados en la Biblia, se describen los momentos exactos en que estos hombres fueron llevados a elegir dónde seguir y sus elecciones determinaron los resultados.
En el texto de nuestra versículo de hoy, Jesús muestra las innumerables opciones que la vida nos ofrece y lo amplias que son hasta el punto de recibir un gran número de personas que termianan eligiendo tal camino, sin siquiera darse cuenta de sus elecciones; ¡pero el final de ellos no se esconde nada bueno!
Jesús lo define como «perdición», que es la completa distancia y ausencia de Dios en la vida de esa persona.
Puedo ver las puertas anchas… ¡pero puedo elegir no entrar por ellas!
Oración:
Señor, ayúdame a, aún viendo las puentas anchas, muchas veces seductoras y atractivas, de la vida que me aleja de Ti, a ignorarlas y elegir no entrar por ellas.
