La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. (Proverbios 15:1)
Señor, ayúdame a tener siempre una respuesta amable, aun cuando las personas no sean amables conmigo. Dame un corazón tan lleno de tu amor que no me enoje fácilmente si otras personas me tratan rudamente o con indiferencia. Ayúdame a no desquitarme con palabras dichas con enojo, que al final voy a lamentar y que contristan a tu Espíritu Santo. Si alguien está enojado conmigo por cualquiera que sea la razón, ya sea justificada o no, ayúdame a siempre dar una respuesta suave y tierna, y a no usar palabras duras que lleven a un conflicto. Capacítame para vivir en paz con las personas que están alrededor de mí.