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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. (Salmos 139:1-4)
¿Te ha pasado, que tienes un familiar o amigo que te conoce tan bien, que sabe lo que vas a decir o hacer, antes de que si quiera intentes realizarlo? Seguro te conoce muy detalladamente y puede predecir lo que harás o dirás al reconocer por ejemplo una expresión o un gesto. Lo mismo nosotros; seguro conocemos a una persona de forma tan precisa que apenas el expresa una opinión, podemos asegurar que ya sabíamos lo que iba a decir.
El Salmo de hoy, posee una belleza particular porque el escritor nos habla de cómo Dios, conoce todo sobre nosotros y es capaz de internarse en los rincones más profundos de nuestro corazón. Está al tanto de nuestros pensamientos, sentimientos, motivaciones y angustias y puede perfectamente reconocer todos nuestros caminos. Imagina nuevamente el ejemplo de una persona que te conozca perfectamente bien, pero multiplicado muchas pero muchas veces.
Así es el Señor; un padre compasivo, amoroso y en comunión fraternal con sus hijos que quiere permanecer siempre cerca de ellos, guiándolos, conduciéndolos por el camino del servicio fiel y grato y la obediencia a su palabra.
Es tan maravilloso el amor de nuestro padre para con nosotros, que el salmista reacciona diciendo que es una bendición tan maravillosa que resulta difícil de comprender: ¡El Señor nos conoce perfectamente, conoce simpre, lo que hay en nuestro corazón y nos ama continuamente y sin límites!
Palabra diaria: Señor, gracias por conocer cada parte de mí y derramar en mi vida tu amor infinito. Sólo Tú me elevas cuando he podido caer; Solo Tú serenas mi alma cuando ella se exalta en el regocijo de una alegría, Sólo Tú respondes a mis angustias, porque eres Tú quien conoce siempre lo que guarda mi corazón..
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Salmos 139:1-4
Tema del Capítulo – Salmos 139:
En el Salmo 139, el salmista David hace una de las mayores aportaciones teológicas de la Biblia sobre la omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia de Dios. Muchos teólogos de todo el mundo, en todas las épocas de la Iglesia, lo consideran el salmo más importante escrito por David, en este sentido.
En efecto, el Salmo 139 está cargado de una revelación excepcional de Dios. La intimidad que David tenía con el Señor, es algo verdaderamente increíble. La forma en que David lo ama, lo percibe y lo ve, nos muestra a un hombre completamente sensible a su Dios.
No es de extrañar que recibiera tantas revelaciones exclusivas y la promesa de heredero eterno del trono de Israel.
En el Salmo 139 David se supera a sí mismo. Su visión de quién es Dios y de lo que es capaz de hacer arroja luz sobre los creyentes de todas las edades.
Esbozo del Salmo 139:
139.1 – 4: Señor, tú me sondeas
139,5 – 12: Me rodeas.
139.13 – 16: Tú has creado las profundidades de mi ser.
139.17 – 24: Me conduces por el camino eterno.
Comentario Bíblico:
Salmos 139:1-4
Dios tiene un conocimiento perfecto de nosotros, y todos nuestros pensamientos y acciones están abiertos ante Él. Más provechoso es meditar en las verdades divinas aplicándolas a nuestros propios casos, con el corazón elevado a Dios en oración, que con un enfoque mental de curiosidad o de debate. Que Dios sabe todas las cosas, es omnisciente y que esté por doquier, es omnipresente, ambas son verdades reconocidas por todos, pero rara vez creídas correctamente por la humanidad. Dios lleva la cuenta estricta de cada paso que damos, de cada paso bueno y cada paso malo. Él sabe por qué regla andamos, hacia cuál finalidad nos encaminamos, con qué compañía andamos. Cuando soy separado de toda compañía, tú sabes lo que tengo en mi corazón. No hay palabra vana, ni palabra buena en mí sin que sepas qué origen tuvo en mis pensamientos, y con qué intención fue dicha. Dondequiera estemos, estamos bajo el ojo y la mano de Dios. No podemos descubrir cómo Dios nos escudriña; no conocemos cómo somos conocidos. Tales pensamientos debieran evitarnos el pecar.
Referencias Cruzadas:
Juan 2:24-25 – Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.
Salmos 56:8 – Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?
Zacarías 4:10 – Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.
Lucas 9:47 – Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí,
Génesis 16:13 – Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?
Ezequiel 38:17 – Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No eres tú aquel de quien hablé yo en tiempos pasados por mis siervos los profetas de Israel, los cuales profetizaron en aquellos tiempos que yo te había de traer sobre ellos?
Tema Principal:
Dios nos conoce completamente.
Versículos Temáticos:
Juan 21:17 – Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Jeremías 12:3 – Pero tú, oh Jehová, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arrebátalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.
Hebreos 4:13 – Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Salmos 139:23 – Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
Salmos 11:4-5 – Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.