Contenido
(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. (Salmos 42:5)
Durante una tregua en la guerra civil de los Estados Unidos cuando los ejércitos hostiles estaban malhumorados, situados uno frente al otro con un campo de por medio, un pajarito color café se elevó de repente de entre las hierbas altas y se lanzó hacia el firmamento. Allá, como una simple mancha en el azul del cielo, derramó la corriente de su música, de la cual sólo la alondra tiene el secreto. Y los ojos severos se llenaron de lágrimas y los corazones duros se volvieron compasivos y tiernos. Había un Dios que cuidaba de ellos. Había esperanza para los hombres.
La esperanza es como la alondra en el campo de batalla. No cantará en una jaula dorada. No se remontará en un ambiente de lujo. Pero las almas valientes que se exponen sin temor a favor de Dios y de sus hermanos en el campo de batalla de la vida escuchan la canción del Señor, caminan en su presencia victoriosa, regocijan sus corazones en Su amor incondicional y producto de esas dádivas maravillosas que sólo Él, en su gracia infinita nos provee, se fortalecen y se alegran, en cada paso del sendero que transitan.
Se sabe que las personas que se aferraron a la esperanza, aparentemente con muy poco que esperar, dijeron:
“Entonces nuestra boca se llenará de risa . . . Seremos como los que sueñan.” Y fueron como los que sueñan y la alegría tomo cuenta de sus rostros.
La marea puede bajar, el viento puede cambiar. ¡No es la primera vez que del accionar grandioso de Dios en nuestra vida, ha surgido algo nuevo, siempre para nuestro bien!
Oración:
Señor, que mi esperanza no desfallezca ante los embates de las pruebas de la vida, sino que por el contrario Te encuentre en ellas, batallando conmigo e intentando hablarme y mostrarme el camino que me rendirá el mayor bien. Que sea siempre Tu voluntad Padre, y no la mía. Amén.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Salmos 42:5
Tema del Capítulo – Salmos 42:
El Salmo 42 probablemente formó con el Salmo 43 un único poema en su origen. Obsérvese que el Salmo 43 no tiene una superinscripción y que el Salmo 43.5 repite el estribillo del 42.5,11. Todo indica que el salmo primitivo, al ser largo, se dividió en dos partes, posiblemente para un mejor uso en la alabanza del templo. El presente Salmo 42 es un lamento personal, con un fuerte énfasis en la confianza en Dios (Sal 23). Los dos momentos del salmo concluyen con un coro de aliento a la esperanza en Dios (vv. 5,11), aunque el salmista estaba en el exilio, lejos del templo. El salmo se atribuye a los hijos de Coré, una familia de músicos de Israel. Descendían de Coré, o Coré, un levita que incitó una rebelión fallida contra el liderazgo de Moisés y Aarón (Núm. 16). El juicio de Dios cayó sobre él y sus secuaces, pero sus descendientes continuaron sirviendo a Dios durante cientos de años, convirtiéndose en uno de los líderes de la música de alabanza, en Israel. El desarrollo de este poema es el siguiente: (1) descripción del anhelo del salmista por la presencia de Dios (v. 1-4); (2)
Comentario Bíblico:
Salmos 42:5:
El salmista miraba al Señor como su sumo bien, y puso de manera coherente su corazón en Él; echada al comienzo el ancla, capea la tempestad. El alma bajo la gracia halla poca satisfacción en los atrios de Jehová, si no se encuentra ahí con Dios mismo. Las almas vivas nunca pueden descansar en otra parte que no sea el Dios vivo. Comparecer ante el Señor es el deseo del justo y es el terror del hipócrita. Nada es más penoso para el alma creyente que lo que se concibe para quitarle su confianza en el Señor. No era el recuerdo de los placeres de la corte lo que afligía a David, sino el recuerdo de la entrada libre que tenía a la casa de Dios, y su deleite de estar en ella. Los que conversan mucho con su propio corazón, a menudo tendrán que reprenderlo. Nótese la cura de la tristeza. Cuando el alma reposa en sí misma se hunde; si se aferra del poder y la promesa de Dios, mantiene la cabeza por encima de las grandes olas. Y qué apoyo tenemos en los ayes del presente, sino que tengamos consuelo en Él. Tenemos grandes causas para llorar por el pecado, pero la depresión procede de la incredulidad y de una voluntad rebelde; por tanto, debemos esforzarnos y orar en contra de ella.
Referencias Cruzadas:
Salmos 71:14 – Mas yo esperaré siempre, Y te alabaré más y más.
Salmos 44:3 – Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró; Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en ellos.
Romanos 4:18-20 – El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
Salmos 77:3 – Me acordaba de Dios, y me conmovía; Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah
Salmos 56:11 – En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
Isaías 50:10 – ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
Marcos 14:33-34 – Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad.
Salmos 143:3-4 – Porque ha perseguido el enemigo mi alma; Ha postrado en tierra mi vida; Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos. Y mi espíritu se angustió dentro de mí; Está desolado mi corazón.
Tema Principal:
Esperanza en el cuidado del Señor por nosotros.
Versículos Temáticos:
«Del consejo del pobre se han burlado,
Pero Jehová es su esperanza.» Salmos 14:6
-«Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.» Salmos 39:7
-«Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.» Salmos 62:5
-«Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.» Salmos 71:5
-«Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.» Salmos 91:2
-«Clamé a ti, oh Jehová; dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.» Salmos 142:5
-«En el temor de Jehová está la fuerte confianza;
Y esperanza tendrán sus hijos.» Proverbios 14:26
-«Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción…» Jeremias 14:8