12 de Marzo: Guarda la puerta de mis labios

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.  (Salmos 141:3)

Quédese callado! Cuando el problema esté amenazando, ¡quédese callado! Cuando la calumnia se esté levantando, ¡quédese callado! Cuando hieran sus sentimientos, ¡quédese callado, por lo menos hasta que se haya recuperado de su agitación! Las cosas se ven diferentes con los ojos serenos.

Una vez, estando turbado, escribí una carta y la envié, y lamenté haberlo hecho. Años después también me sentí turbado y escribí otra larga carta. La vida me había impregnado con un poco de sentido común y guardé la carta en mi bolsillo hasta que pude examinarla sin agitación y sin lágrimas, y me alegré de haberlo hecho: cada vez parecía menos necesario enviarla. No me parecía que sería perjudicial, pero en mi vacilación aprendí a ser discreto y finalmente, la destruí.

¡El tiempo obra maravillas! Espere hasta que pueda hablar con calma y entonces quizás ya no será necesario que hable. Algunas veces el silencio es lo más poderoso que se puede concebir. Es la fuerza en toda su magnitud; es como un regimiento al que le han ordenado guardar silencio en el furioso fragor de la batalla.

Precipitarse sería mucho más fácil. No se pierde nada aprendiendo a quedarse callado.

El silencio es un gran pacificador.

Oración:

Señor, en momentos de rabia, decepción o indignación puedo sentir que es mucho para mi el quedarme callado y no responder en medio de la frustración del daño recibido. Por ello te pido que no me permitas decir una palabra errada o vana O irreflexiva; sino que por el contrario pongas sello sobre mis labios y sobre mi corazón inundes con la paciencia necesaria para hacer silencio, y en la  serenidad, afrontar siempre bajo Tu guía y Tu respaldo aquella situación que me cause dolor. Amén

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Pasaje:
Salmos 141:3
Tema del Capítulo – Salmos 141:

En el Salmo 141, el salmista David ruega a Dios que ponga una guardia a la entrada de sus labios. El objetivo es que no peque con su lengua cuando hable.

Su oración tiene un tono de «no me dejes caer en la tentación» (Ver Estudio Bíblico sobre el Padre Nuestro), por lo que dice: «No permitas que mi corazón se vuelva hacia el mal, ni que me involucre en prácticas perversas con los malhechores.»

Quiere permanecer con una vida íntegra y limpia ante Dios. Su mayor anhelo es permanecer aceptable ante el Señor y ser escuchado por él.

Una vez más pide al Señor que le libre de sus numerosos enemigos y le conceda la salvación. David lo espera con seguridad, por eso dice: «Pero mis ojos están fijos en ti, Señor Soberano».

Esquema de los Salmos 141:

141.1 – 5: Un vigilante en mi boca

141.6 – 7: En manos de la Roca

141.8 – 10: Ojos fijos en ti

Comentario Bíblico Salmos 141:3:

Apresúrate a mí. Quienes saben valorar la presencia graciosa de Dios, serán más fervientes en sus oraciones. Cuando las oraciones se presentan a través del sacrificio y la intercesión del Salvador, ellos serán tan aceptables a Dios como lo eran los sacrificios diarios y la quema de incienso. La oración es un sacrificio espiritual, es ofrendar el alma y sus mejores afectos. Los hombres buenos conocen el mal de los pecados de la lengua. Cuando los enemigos provocan, estamos en peligro de hablar imprudentemente. Mientras vivamos en un mundo malo, y tengamos corazones tan malos, tenemos que orar para no ser arrastrados ni empujados a hacer nada pecaminoso. Los pecadores pretenden encontrar exquisiteces en el pecado, pero los que consideran cuán pronto el pecado se pone amargo, aborrecerán esas exquisiteces y rogarán a Dios que se las saque de la vista, y por su gracia vuelva sus corazones contra ellas. Los hombres buenos oran contra la dulzura del pecado.

Referencias Cruzadas:

Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.
Salmo 71:8

Los labios del necio traen contienda;
Y su boca los azotes llama.
Proverbios 18:6

Aparta de ti la perversidad de la boca,
Y aleja de ti la iniquidad de los labios.
Proverbios 4:24

De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Santiago 3:10

Hay bendiciones sobre la cabeza del justo;
Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
Proverbios 10:6

El hipócrita con la boca daña a su prójimo;
Mas los justos son librados con la sabiduría.
Proverbios 11:9

Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:10

Los labios del justo saben hablar lo que agrada;
Mas la boca de los impíos habla perversidades.
Proverbios 10:32

Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Salmo 33:6

Del mandamiento de sus labios nunca me separé;
Guardé las palabras de su boca más que mi comida.
Job 23:12