30 de Marzo: En el monte de Jehová

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(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)

Palabra:

Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. (1 Reyes 19:11)

Muy a menudo una reprensión o lo que pensamos es nuestra peor derrota puede ser usado por Dios para proveernos con una especie de bendición disfrazada. Elías necesitaba que lo trataran así para que despertara en él una comprensión de su temor infundado. Un individuo como él no tenía derecho a estar indeciso y descontento. Si salía afuera y se ponía en el monte delante de Jehová en vez de esconderse en una cueva, ¡encontraría nueva inspiración a través de una nueva visión del poder de Dios! Cuando estamos viviendo en los bajos niveles de la tierra dejamos de captar las visiones inspiradoras de Dios, que son el verdadero apoyo de la vida profética. Debemos salir al sol y ascender al monte si queremos discernir esas pruebas del poder de Dios que están siempre disponibles para la renovación de la fe y el fortalecimiento de nuestro carácter, de nuestra confianza y de nuestro valor.

El reyezuelo de cresta dorada es uno de los pájaros más pequeños que existe. Se dice que pesa sólo la quinta parte de una onza y sin embargo, siendo sus alas más frágiles que cualquier otras, se enfrenta a huracanes y cruza los mares del norte.

A menudo parece en la naturaleza como si la omnipotencia obrara sólo en los organismos más frágiles; ciertamente la omnipotencia de la gracia se ve en mayor grado en el aquel que tembloroso pero decidido emprende su avance a la voluntad de aquello que se ha planteado.

En las praderas norteamericanas, las mariposas se dirigen al oeste en sus migraciones y avanzan sin detenerse aunque el viento esté en su contra y el mar enfrente. Las delicadas mariposas son la muestra de la perfección natural de la altivez y la determinación; como altivos y determinados nosotros, al entender que ante cualquier dificultad, Dios estará de nuestro lado.

Oración:

Señor, dame el valor para salir en el monte delante de Ti y recibir la revelación de las verdades, que esperas, obre en mi vida, siempre confiado, determinado y dispuesto, sabiendo que Tu presencia es constante y que nunca me darás una carga demasiado pesada, sin darme antes las fuerzas para levantarla, Amén.

Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Capítulo: 1 Reyes 19

En 1 Reyes 19, vemos que la actitud de Elías enfureció enormemente a Jezabel, que juró al profeta de muerte, diciendo que le haría lo mismo que a los profetas de Baal.

En la actitud de Jezabel vemos el nivel de su maldad. La nación acababa de presenciar una gran hazaña de Dios cuando el fuego consumió el holocausto y, tras la oración de Elías, las lluvias volvieron a regar a Israel.

Sin embargo, su actitud seguía siendo contraria al Siervo de Dios y a su justicia.

Y es probable, sin embargo, que Jezabel no tocara a Elías en ese momento por el respeto que el pueblo le tenía, pero lo amenazó de todos modos.

De alguna manera, las palabras destructivas de la reina llegaron al corazón del profeta Elías, y éste, atemorizado y consternado, abandonó Israel y se escondió en Judá.

Huyó del reino del norte a la parte más meridional de los territorios de Judá; un lugar que no podía considerarse seguro, y sin embargo fue.

Despidiendo a su siervo, resolvió esconderse cerca de la montaña del Sinaí y allí anheló la muerte (1 Reyes 19.4)

Esta repentina y extraordinaria depresión mental se produjo después de una gran confianza inspirada por los milagros realizados en el Carmelo y por el estado de ánimo que la gente mostraba allí.

Esto nos muestra que, por mucho que Dios se sirva de nuestras vidas para obrar sus milagros y proyectos, la gloria es toda suya, pues si no fuera por su gracia, no soportaríamos la presión.

Sin embargo, el Señor salió a su encuentro. Siguió los pasos del profeta y le dio: comida, bebida, consuelo, seguridad y ánimo (v.6-8).

Comentario Bíblico:
1 Reyes 19:11

La pregunta que hace Dios, ¿qué haces aquí, Elías? Es un reproche. A menudo nos correspnde preguntar si estamos en nuestro lugar, y en la senda del deber: ¿estoy dónde debo estar? ¿A dónde me llama Dios, dónde está mi obra, y dónde puedo ser útil? Elías se queja de la gente y de su obstinación para pecar; yo soy el único que queda. Desesperar del éxito puede estorbar muchas buenas empresas. -¿Fue hasta allí Elías para encontrarse con Dios? Él descubrirá que Dios le saldrá al encuentro. El viento, el terremoto, el fuego no le hicieron taparse la cara, pero sí el silbo suave y apacible. Las almas bondadosas son más afectadas por las tiernas misericordias del Señor que por sus terrores. La suave voz de Aquel que habla desde la cruz, o del trono de la gracia, va acompañada de un poder peculiar para tomar posesión del corazón.