Contenido
(Lee al final el estudio contextual resumido de este devocional. Esperamos sea de bendición)
Palabra:
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. (Hebreos 12:14)
No son los grandes servicios y las elevadas aspiraciones los que reciben la aprobación de Dios, sino el amor y el compromiso con que se realiza el servicio, ya sea grande o pequeño. Las tormentas de oposición y los contratiempos son providencias con el que el Señor nos sirve y cuyo propósito es ponernos al abrigo de sus alas. Cuando la nube nos envuelve, se oye su voz: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.» (Juan 14:27).
Cuando Cristo sopló sobre los discípulos el Espíritu Santo y les dio su paz, fue como si rociara unas gotas antes de que se derramara la abundante lluvia del día de Pentecostés. Cristo marcó este hecho en la mente de sus discípulos, explicándoles que, a medida que continuaran en la labor que se les había encomendado, comprenderían más plenamente su naturaleza y cómo debía establecerse el reino de Jesús en la tierra. Fueron llamados a ser testigos del Salvador. Debían dar testimonio de lo que vieron y oyeron en su resurrección. Debían repetir las palabras de gracia que salían de los labios de Cristo. Debían familiarizarse con su carácter santo. Era como un ángel ante el sol, que no proyecta ninguna sombra. La santa labor de los apóstoles fue presentar el carácter sin manchas de Cristo como modelo de vida a los hombres y mujeres. Los discípulos se asociaron tan íntimamente con este modelo de santidad, que hasta cierto punto lo asimilaron a su propio carácter, y fueron especialmente aptos para dar a conocer al mundo sus preceptos y su ejemplo.
Cuanto más se relacione el que aspire seguir el ejemplo de Jesús con su Maestro mediante la intepretación y asimilación de su vida y su carácter en su propia vida, más se parecerá a él y más capacitado estará para enseñar sus verdades a sus hermanos. Cada rasgo de la vida del gran Ejemplo del Señor debe ser estudiado cuidadosamente. Es necesario conversar íntimamente con Él mediante la oración en la fe viva. Así, el carácter humano defectuoso se transforma en la imagen de Su glorioso carácter. Así, se formará el cristiano, maestro de la verdad, que estará preparado para llevar a la gente a Cristo.
Para Reflexionar: ¿Qué aspecto del carácter de Cristo deberías estudiar y aplicar en tu vida?
Oración:
Señor, dame el discernimiento para entender de Tu carácter los rasgos que debo imitar en mi vida, para seguirte con la aptitud y actitud que esperas de mí, de forma que pueda ser también ejemplo para otros hermanos.
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen del Capítulo – Hebreos 12
Hebreos 12 nos exhorta a permanecer en la fe y a presentar en la vida diaria el ejemplo de Jesucristo, esto debe ocurrir porque estamos rodeados de una gran nube de testigos.
Nuestra fe debe estar fundada en la persona de Jesús, nuestros ojos y nuestra esperanza deben estar fijados en él. De este modo, debemos considerar las adversidades como una forma de transformación del Señor Dios, que disciplina a todos sus hijos a los que ama y quiere con bien.
Esbozo de Hebreos 12:
12.1 – 3: La nube de testigos y el ejemplo de Jesús
12:4-11: La disciplina del Señor.
12:12-15: La importancia de la santificación
12:16-17: El ejemplo de Esaú
12:18 – 24: El monte Sión y la Jerusalén celestial
12:25 – 29: Dios es fuego consumidor
Comentario Bíblico – Hebreos 12:14
Una carga aflictiva puede hacer que se caigan las manos del cristiano y que sus rodillas se debiliten, en desesperación y desaliento; pero debe luchar contra esto para correr mejor su carrera. La fe y la paciencia capacitan a los creyentes para seguir la paz y la santidad como un hombre que sigue su vocación constante, diligentemente y con placer. La paz con los hombres, de todas las sectas y partidos, será favorable para nuestra búsqueda de la santidad. Pero la paz y la santidad van juntas, no puede haber paz justa sin santidad. Donde las personas no logran tener la gracia verdadera de Dios, prevalecerá e irrumpirá la corrupción; tened cuidado, no sea que alguna concupiscencia del corazón sin mortificar, que parezca muerta, brote para perturbar y trastornar a todo el cuerpo. Descarriarse de Cristo es el fruto de preferir los placeres de la carne a la bendición de Dios, y a la herencia celestial, como hizo Esaú. Pero los pecadores no siempre tendrán pensamientos tan viles de la bendición y la herencia divina como los tienen ahora. Concuerda con la disposición profana del hombre desear la bendición, pero despreciar los medios por los cuales debe obtenerse la bendición, porque Dios nunca separa la bendición del medio, ni une la bendición con la satisfacción de la lujuria del hombre. La misericordia de Dios y su bendición nunca se buscan con cuidado sin obtenerse.