(Lee al final el estudio un devocional de Deuteronomio 1. Esperamos sea de bendición para ti.)
Este libro tiene su nombre del griego Deuteronomion, que significa segunda ley, pues contiene la repetición de las leyes anteriores. Incluye un relato de lo ocurrido en el desierto desde el primer día del undécimo mes del cuadragésimo año después de la salida de los israelitas de Egipto, hasta el séptimo día del segundo mes del mismo, componiendo en conjunto la historia de los acontecimientos de exactamente cinco semanas. Además de una repetición de las leyes anteriores, este libro nos da las más bellas ilustraciones de cada una, de modo que bien puede llamarse un comentario espiritual sobre las leyes de Moisés, y también un relato de este hombre tan notable, y de todos sus últimos discursos con el pueblo.
El propósito de Moisés al escribir [este] libro o pronunciar los discursos era preparar a la nueva generación de Israel para vivir en Canaán. Para aquellos que esperan entrar en la Canaán celestial, este libro es fundamental en la enseñanza de los principios destinados a prepararnos para el Cielo. Lo necesitamos tanto como El Apocalipsis.
El primer capítulo es el primer discurso de despedida de Moisés, que nos enseña hermosas verdades: DEBEMOS:
– …cuiden de no cometer los mismos errores que nuestros padres;
– …aprender a mirar al pasado para aprender de él;
– …para romper las tradiciones pecaminosas que dejaron nuestros antepasados;
– …para romper con los ejemplos espirituales negativos de ingratitud, incredulidad y rebeldía que se manifiestan en la petulancia contra Dios;
– …para madurar de los errores del pasado y ser mejores que nuestros padres.
Dios cumple sus promesas, pero quiere que su pueblo confíe en Él. La historia sobre el camino de Horeb va desde Éxodo 19 hasta Números 10:13. Ahora Dios ordena al pueblo que entre en su tierra. Es un gran momento en su historia, el cumplimiento de la promesa hecha a los padres (8) (D. A. Carson). Sin embargo, es importante aprender del pasado para actuar correctamente en el presente, esperando un futuro como Dios promete.
De este modo, por muy difícil y doloroso que nos resulte, nos beneficiaremos si recapitulamos el pasado, con el objetivo…
– En primer lugar, no cometer los errores de nuestros padres
– En segundo lugar, aprender de los éxitos de nuestros padres.
Devocional:
Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes. (Deuteronomio 1:21)
Una palabra de aliento es indispensable al comienzo de un nuevo viaje, especialmente cuando requiere liderazgo. Josué ya no es de segunda fila. Ya no es el respaldo del profesional Moisés. Ahora le toca liderar. El pueblo que dirige sólo había experimentado el liderazgo del incomparable Moisés. ¿Cómo va a liderar? Lo hará confiando en las promesas de Dios y sin miedo ni desánimo. ¿Cómo es posible? Es posible porque el verdadero líder del pueblo de Dios no ha cambiado. Dios sigue siendo Dios. Su Palabra sigue siendo verdadera. Sus promesas siguen siendo dignas de confianza. Su fuerza sigue siendo omnipotente.
Oración:
Señor, mientras me enfrento a crecientes responsabilidades y mayores desafíos, ayúdame a recordar tus promesas, a calmar mis temores, a fortalecer mi convicción y a guiarme por tu voluntad. Que las victorias en las que participe te den siempre gloria y honor.