Versículo:
Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados. (Salmos 40:5)
Comentario:
El salmista no se contentaba con vivir las acciones de Dios en su vida, quería hablar y registrarlas en un libro, quería que fueran recordadas por varias personas; por los que vivían la misma experiencia y también por los que las vivían por la fe.
La primera y expresiva actitud que nos convierte en verdaderos servidores es la «gratitud»; no podemos servir a Dios con integridad de corazón si no lo reconocemos como el que «está a cargo» y que nos guía en las mejores elecciones y alternativas para la vida.
Los salmos fueron escritos en forma de canciones para ser cantadas por el pueblo de Israel en alabanza a Dios; así que el salmista, declarando que eran incontables las maravillas del Señor, registraba y reconocía públicamente, a través del salmo, lo mucho que Dios estaba haciendo por ellos.
Lo más impresionante en este versículo es la idea del salmista de la magnitud de las obras de Dios; mientras que muchos son incapaces de sentirlo en la vida, el salmista había declarado su propia incapacidad para registrar todo lo que hizo, lo que hacía y lo que aún haría por sus siervos.
Oración:
Señor, gracias por las incontables maravillas, que aún sin percibir, sé que realizas en mi vida.