Publicado por (Lee al final el estudio un devocional de Éxodo 20. Esperamos sea de bendición para ti.)
En Éxodo 20 tenemos la entrega de los Diez Mandamientos cuyo propósito era presentar al pueblo de Dios un estilo de vida limpio, obediente y práctico.
Los hijos de Israel habían crecido en Egipto, un lugar de mucha idolatría y paganismo, por lo que los primeros mandamientos buscan dirigirlos a la adoración y reverencia exclusiva de la Santidad de Dios.
Los seis últimos se refieren directamente a las relaciones con los demás. Dios muestra a su pueblo que quiere ser amado, pero que también deben amarse y respetarse los unos a los otros, para que vivan una vida plenamente equilibrada.
El pueblo teme a Dios
Al ver la Gloria del Señor en la montaña, la gente tuvo miedo de Él y se alejó de la montaña. Entonces le pidieron a Moisés que siguiera siendo el mediador de su relación con Dios porque temían que el Señor los matara.
Incluso con la exhortación de Moisés de que no debían temer, el pueblo se mantuvo a distancia con miedo.
Hoy en día, muchos de nosotros seguimos actuando así. Creemos más en la oración de otra persona, o en su intimidad con Dios, que en la nuestra.
Debemos recordar que cuando el Señor habló a Moisés por primera vez, él también tuvo miedo, pero con el tiempo llegó a intimar con Dios.
Lo mismo está disponible para nosotros, todo lo que necesitamos es creer.
Esquema de Éxodo 20:
20.1 – 17: Los diez mandamientos
20:18 – 21: El miedo del pueblo
20:22 – 26: Instrucciones para la adoración
Devocional:
Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. (Éxodo 20:1-2)
Los diez mandamientos constituyen una de las partes más apreciadas de las Escrituras. Representan un resumen de la voluntad de Dios para el pueblo, siendo una alternativa divina a las costumbres paganas que los israelitas aprendieron en Egipto. Estas sencillas instrucciones garantizarían una vida armoniosa en la comunidad israelita, diferenciándola de las demás naciones. Jesús, en el Evangelio, resumió estas leyes en sólo dos ordenanzas: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo.
Dios quiere que su pueblo viva esa esfera que implica la adoración y el servicio. No podemos ser verdaderos adoradores si no nos preocupamos por ser una bendición para las personas que nos rodean y nuestra caridad, por muy numerosa que sea, no significa nada si no se hace sólo para la gloria de Dios. Esta realidad estaba en el ADN de la ley (y obviamente los diez mandamientos) y también está en el evangelio de Jesucristo. ¿Has sido celoso en adorar al Señor y servir al prójimo con amor?
Oración:
Señor, dame la disciplina, la perseverancia y la obediencia para cada día glorificarte siguiendo cada uno de Tus mandamientos, amándote y sirviéndote con verdadero compromiso y fidelidad y buscando ser una bendición para aquellos que me rodean, como una muestra del amor que Tu has sembrado en mi.
