Una oración para refugiarnos en la defensa del Señor sobre el mal
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. (Efesios 6:10)
Señor, Dios mío, que enseñas a mi alma a batallar; me has dado el poder de la victoria según tus promesas. Tú eres el dueño de mi vida.
A donde me llevas te sigo porque eres EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
Tú eres la única fuente de mi salvación y la roca de mi refugio. Hoy declaro mi más sincera alabanza a tu Santo Nombre pues es la torre inamovible para mi seguridad.
Padre poderoso y amoroso, te doy las gracias por el don de la vida. Te agradezco por el don de la familia y los seres queridos. Todo lo bueno que he visto en mi vida fue hecho por tu voluntad. Tus obras son buenas Señor. Me hiciste en la belleza de tu amor, y me hiciste maravillosamente para
ser tu instrumento divino en la tierra. Te alabo Señor por dicho amor.
También Padre, me has enseñado a vivir la vida de tu gloria. y es mi deseo honrarte todo los días en cada uno de los pasos que voy. Dondequiera que me lleve tu viento de salvación, allí estaré porque tú eres el Señor de mi vida. Tu autoridad en mi vida es absoluta y nada puede quitarme tu amor.
Dios, en tu poder, juzgo a todos los tronos, poderes y reinos que se levanten para luchar contra mí. Que todos ellos sean consumidos y destruidos por tu fuego consumidor en el poderoso nombre de Jesús.
Que todos los espíritus oscuros que trabajan en contra de mi progreso sean destruídos. Por la autoridad en el Nombre de Jesucristo, deja que todas las cosas que trabajan juntas contra mi vida sean detenidas.
Que todos los pecados sean limpiados, y que la unción del Espíritu Santo llene mi corazón. Que mi vida te honre ahora y por siempre Señor.