Señor, te entrego mis finanzas. Te ruego que estés en control de ellas y que las uses para tus propósitos. Que sea yo un buen administrador de todo lo que tú me has dado y que tenga un plan alineado con Tu voluntad de acuerdo a cómo deben tales cosas gastarse. Oro para que pueda aprender a vivir libre de las opresiones de las deudas. Donde no haya sido sabio en mi administración, trae restauración y donde haya estado perdido, dame dirección. Muéstrame cómo puedo ayudar a preservar mis finanzas y no a disminuirlas neciamente. Ayúdame a recordar que todo lo que tengo te pertenece y a ser agradecido por ello.
Oro para que puedo yo aprender también a entregar y dar de mis recursos, de acuerdo a como tú lo has instruido en tu Palabra y para que encuentre el equilibrio perfecto entre el gastar sin necesidad y ser egoísta o avaro. Y finalmente te pido, Padre, que me ayudes a superar toda ansiedad o angustia por mis finanzas, buscando primero tu reino y sabiendo que mientras lo haga, tendré todo aquello que necesito, pues Tu nos provees siempre con exactitud y justicia, queriendo nuestro mayor bien.
En el Nombre de Jesús, Amén.
Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. (Lucas 12:31)