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(Lee al final el estudio contextual del versículo de hoy) – * Ha sido agregado estudio de referencias cruzadas por palabras y términos de versículo al final del Devocional. Esperamos sea de bendición para ti.
Palabra:
Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud. En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. (Salmos 71:5-6)
Confiar en Dios nos permite entrar en Su descanso, y el descanso es un lugar de paz donde podemos disfrutar de nuestras vidas mientras confiamos en que Dios está peleando nuestras batallas.
Dios cuida de nosotros; Él resolverá nuestros problemas y satisfará nuestras necesidades y, afortunadamente, podemos dejar de pensar y preocuparnos por ellos. Me doy cuenta de que es más fácil decirlo que hacerlo, pero no hay mejor momento que el presente para comenzar a aprender una nueva forma de vivir, una forma de vivir sin preocupaciones, ansiedad ni miedo.
Este es el momento de comenzar a creer y decir: “Confío plenamente en Dios; ¡no hay necesidad de preocuparse! No me rendiré al miedo ni a la ansiedad. Dios es la fuente de mi confianza”. Cuanto más pienses en esta verdad, más te encontrarás eligiendo la confianza sobre la preocupación.
Oración:
Señor, gracias por bendecirme con Tu presencia en cada paso que doy. Sé que aunque en algunos momentos mi fe pueda tambalear y la duda o el temor de lo que pueda suceder invadan mi corazón, siempre encontraré en el tesoro de Tus promesas, la razón para llenarme de fuerza y valentía y descansar mis cargas en Ti, sabiendo que tomas cuenta de cada una de nuestras necesidades, porque sólo Tu conoces profunda y verdaderamente nuestro corazón y porque sólo Tu sabes lo que es mejor para cada uno de Tus hijos. ¡Gracias Padre, porque no tengo que preocuparme! Confío en que me cuidarás y estarás siempre conmigo. Amén
Estudio Bíblico Contextual del Devocional de Hoy:
Resumen de Capitulo Salmos 71:
David escribió este Salmo 71 en su vejez, como se desprende de varios pasajes del mismo, lo que hace pensar a muchos que debió de ser escrito en la época de la rebelión de Absalón; pues éste fue el principal problema al que se enfrentó hacia el final de su vida. Es posible que refleje los problemas que surgieron de la insurrección de Saba, o algún problema que le ocurrió en esa etapa de la vida sobre la que se profetizó que la espada no se apartaría de su casa. Sin embargo, no es demasiado específico en la presentación de su caso, porque su intención era que este escrito tuviera un uso más general para el pueblo de Dios en sus angustias, especialmente para aquellos que tendrían acceso a Él en sus años de declive; porque este salmo, por encima de todos los demás, es adecuado para el uso de los discípulos de Jesús que ya están en la vejez.
I. Comienza el salmo con oraciones confiadas, declarando que Dios lo librará y salvará (v. 2,4), y que no lo rechazará (v. 9), ni se apartará de él (v. 12), y que sus enemigos serán avergonzados, v. 13. Expone su confianza en Dios (v. 1,3,5,7), su experiencia de la ayuda de Dios (v. 6), y la maldad de sus enemigos contra él, v. 10,11. II. Concluye el salmo con una ferviente alabanza (v. 14, etc.). Sus esperanzas nunca fueron más firmes, v. 16,18,20,21. Sus alegrías y agradecimientos nunca han sido más vivos, v. 15,19,22-24. Está en un éxtasis de alabanza gozosa; y mientras cantamos este salmo, recibamos también estímulo para nuestra fe en Dios y tengamos nuestros corazones elevados a Dios mientras bendecimos su santo nombre.
Referencias cruzadas por término – Salmos 71:5-6:
Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud.
Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. (2 Tesalonicenses 3:3)
Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1)
El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. (Salmo 91:1-2)
En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó.
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras. (Salmo 139:13)
Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano. (Eclesiastés 5:15)
¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros. (Isaías 49:15-16)
De ti será siempre mi alabanza.
Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza. (Isaías 25:1)
Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya. (Salmo 150:6)
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. (Salmo 28:7)
Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. (Salmo 103:1)