(Lee al final el estudio un devocional de Éxodo 39. Esperamos sea de bendición para ti.)
En Éxodo 39, vemos que la obra del Tabernáculo está finalmente terminada y el Señor está feliz, pues tal como dijo, se ha hecho (v. 32).
Moisés y el pueblo se preocuparon de prestar atención a cada detalle, lo que nos enseña una gran lección. Lo que hacemos para Dios, tiene que ser hecho de acuerdo a su dirección y con excelencia.
Después de la inspección detallada del Tabernáculo, Moisés bendijo al pueblo. En otras palabras, cobraba cuando era necesario y los recompensaba cuando era merecido.
Vemos un gran ejemplo de una comunidad que sirve a Dios bajo un liderazgo genuino y vocacional con un propósito común. Lograron el objetivo de manera perfecta, y eso agradó al Señor.
Debemos ser conscientes de cómo nos comportamos en la Iglesia. ¿Somos útiles? ¿Servimos?
¿Están nuestros talentos a disposición de los dirigentes?
Si no es así, tenemos que cambiar nuestra actitud y servir con el cuerpo.
Esquema de Éxodo 39:
39.1 – 9: La faja y el chaleco
39:10 – 21: La coraza
39:22 – 29: La túnica
39:30 – 31: La diadema
39.32 – 41: La obra está terminada
39.42,43: Moisés inspecciona la obra
Resumen contextual
El Éxodo 39 nos habla de la confección de las prendas sacerdotales y de todos sus detalles. Cada pieza de la vestimenta, hecha según el mandato de Jehová a Moisés. El oro utilizado en las prendas era de oro batido, y luego cortaban finas tablillas (hilos) (v.3). Uno de los elementos importantes de estas vestimentas eran las piedras de ónice, «engastadas en oro, trabajadas como un sello, con los nombres de los hijos de Israel», que se colocaban en las hombreras de la estola sacerdotal, como piedras conmemorativas de los hijos de Israel (v. 6-7). Dios estaba mostrando cuánto deseaba estar con su pueblo, y que debían recordarlo cada vez que vieran al sumo sacerdote. Y no sólo en estas piedras de ónice, pues en el pectoral, en cada una de las 12 piedras preciosas estaba el nombre de cada tribu de Israel (v. 14).
Cuando terminaron todo el trabajo determinado por Dios (v.32), «trajeron a Moisés la tienda y todas sus pertenencias» (vv.33-41), así como los demás elementos, «todo según lo que Jehová había mandado a Moisés, y los hijos de Israel hicieron todo el trabajo» (v.42). Dado que los israelitas no llegaron al monte Sinaí hasta el tercer mes (Éxodo 19:1) y que Moisés estuvo con Dios durante unos 3 meses (Éxodo 24:18, 34:28), la construcción del tabernáculo comenzó alrededor del sexto o séptimo mes y se completó antes del final del año (Éxodo 40:2). La construcción duró entonces seis meses.
Al final de la creación, Dios miró toda la obra de sus manos, vio que todo «era muy bueno» y pronunció una bendición sobre ella (Génesis 1:22, 28, 31). Moisés también inspeccionó todo y «vio que lo habían hecho como el Señor había ordenado… y Moisés los bendijo».
Devocional:
Del azul, púrpura y carmesí hicieron las vestiduras del ministerio para ministrar en el santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como Jehová lo había mandado a Moisés. (Éxodo 39:1)
El capítulo 39 del Éxodo es inspirador. De todos los versículos, éste es el que más me conmueve: «Vio Moisés toda la obra, y he aquí que la habían hecho; como el Señor había mandado, así la hicieron; y Moisés los bendijo» (vv.43). Como líder, sé la satisfacción que hay en hacer algo según las indicaciones del Señor y ver el buen fruto que es el resultado de esa acción. Puedo imaginar la alegría de Moisés al ver ejecutada esa obra, más aún después de la crisis de idolatría que enfrentó la nación en su primera ausencia, cuando subió a la montaña a buscar a Dios.
El papel del líder es tener la gracia para evitar las crisis y llevar a la gente a la obediencia de la Palabra de Dios. Moisés podría haber renunciado a este proyecto, que Dios mismo le había ordenado. Pero antepuso el pueblo a sus propios intereses y, como intercesor, levantó una nación herida por el pecado, llevándola a obedecer enteramente al Señor. Mi oración es que el Señor te lleve a superar las crisis que has estado enfrentando, para que seas capaz de obedecer la perfecta voluntad de Dios para tu vida.
Oración:
Señor, que pueda obedecer cada día de mi vida a la voluntad que has predestinado para mí.