Gracias mi Dios por tus bendiciones y por las victorias que vendrán en este día. Gracias por darme tu mano cuando siento que no puedo seguir, gracias por aumentar mi fe y hacerme sentir que no estoy solo.
Te pido Señor que no nos falte el pan en la mesa, que nos proveas con la suficiencia que Tu determines, todo aquello que necesitemos pues solo tu conoces lo que verdaderamente nos hace falta.
Y finalmente Padre, sabiendo que quieres lo mejor para tus hijos, pongo todos mis planes y deseos al designio de Tu santa voluntad y te pido solamente que Tu presencia me acompañe en todo momento, que seas mi sombra, mi abrigo y mi refugio ante los pelibros y el mal y que seas Tu quién guíe mi camino por los senderos perfectos de Tu voluntad.
Gracias Señor, por este día y sus bendiciones. En El Nombre de Jesús, Amén.