Señor, Te pido hoy: sé luz en mi mente, paz en mi corazón, sabiduría en mis decisiones y amor en mis relaciones. Te necesito, sólo tú puedes aliviar mis sufrimientos.
Sólo en Ti tengo puesta mi esperanza, sólo en Ti puedo encontrar un lugar para protegerme y no ceder al miedo y a las diferentes formas del mal.
Señor, tú sabes que todos los vacíos de mi ser sólo pueden ser llenados por tu gracia y tu presencia.
Mis miedos, mis preocupaciones, mi dolor y mi confusión sólo pueden encontrar solución y curación en ti. Sé que con Tu ayuda podré superar todos estos miedos que no me dejan avanzar, porque con Tu Espíritu Santo Me acompañas y me ayudas a afrontar las circunstancias que hacen temblar mis rodillas.
Por ello te pido Señor: deja que tu poder liberador libere cualquier espíritu de depresión, eliminando todas las ataduras y todas las formas de manifestación de la ansiedad. Sana, Señor, donde este mal ha echado raíces, arranca de raíz este problema, sana los recuerdos, las marcas negativas.
Señor Dios, que la alegría rebose profundamente en mi ser. Con tu poder y en el nombre de Jesús, rehaz mi historia, mi pasado y mi presente. Líbrame Señor de todo mal, y que en los momentos de soledad, abandono y rechazo, pueda ser sanado y liberado en tu presencia. Renuncio en el poder liberador de nuestro Señor Jesucristo, a la ansiedad, a la incertidumbre, a la desesperanza, y me aferro en tu poder, Señor, en tu gracia. Dame Señor, la gracia de la liberación de la ansiedad, la angustia y la depresión.
Finalmente, pongo este día en Tus manos Padre, confiando en Tu voluntad y dejándome dirigir por Tu gloriosa presencia, que sé que me llevará siempre a la victoria. En El Nombre de Jesús, Amén.