Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. (Isaías 55:11)
Señor, ayúdame a conocer tu Palabra lo suficiente como para hablarla cuando necesito recordarla. Sé que tu Palabra es viva y poderosa y siempre logra el propósito para el cual la has enviado. Que tu Palabra morando en mí me haga la persona completa y productiva que quisiste que fuera. Que obre en mí y me prepare para lograr grandes cosas en tu reino.