Señor de mi vida, el amanecer de este nuevo día va iluminando mi rostro y siento felicidad al contemplar esta hermosa creación que hoy pones ante mis ojos. Te agradezco porque me preservaste con salud y porque me das un ánimo renovado para empezar este día.
Padre de bondad, gracias porque he despertado con la compañía de mis familiares una vez más, y porque dese muy temprano llenas mi vida con ternura incomparable y fortaleza para seguir adelante.
Permíteme Señor y ayúdame a disfrutar cada bendición que pones frente a mi y que me puedas conceder la sensatez de poder vivir en calma y con prudencia, pero también con regocijo, cuando las reciba. Guíame por las sendas del bien y no me sueltes de tu mano que puedo tropezar.
Esta mañana quiero que me alejes de todo daño o mal que quiera acechar al mundo que Tu creaste con tanto amor. Derrama muchas bendiciones por las personas de cada pueblo, de cada ciudad y de cada país que sobretodo no te conocen y se sienten perdidas y no dejes que caigan en la desesperanza y la angustia sino que encuentre en Ti el centro de su existir.
Y finalmente Padre, haz que aumente mi fe, en cada momento, para yo poder creer en Ti siempre dándome por completo a lo que Tu voluntad pida.
Hoy y siempre pongo en Tus manos todo aquello que haga, diga y quiera ser. Que sobre ello, Reine primero Tu voluntad y yo con humildad la acepte y continúe sirviéndote con renovado amor.
Asi sea Señor, En El Nombre de Jesús, Amén.